En 1987 el Gobierno español aprobó el Plan de Transporte Ferroviario, un proyecto que concentraba la inversión en una red mixta pasajeros-mercancías formada por el triángulo Madrid-Barcelona-Valencia más las líneas Madrid-Sevilla, Madrid-Valladolid y de aquí a León por un lado y al País Vasco por el otro. Era un proyecto sensato para un país modesto.
El Euromed, que conecta Barcelona y Valencia, a su paso por Vandellòs
Las cosas no fueron así. Las obras de la línea Madrid-Sevilla comienzan en 1988, pero Barrionuevo se hace cargo del ministerio y ordena un cambio radical que obliga a rehacer la planificación de una obra ya empezada: la línea será solo de pasajeros; ya no será en ancho ibérico, sino en UIC; ya no será para 200-250 km/h sino para 300-350 km/h. El impacto en el coste es brutal: todo el presupuesto del PTF se dedica a esta única línea. Parece que ya no habrá recursos para nada más...
Más importante que ampliar El Prat es la conexión ferroviaria Barcelona-Valencia-UE
Pero los hay para más líneas de AVE que conecten a Madrid con el resto de la península. Efectivamente, en 1994, el ministro Borrell impulsa el Plan Nacional de Infraestructuras 1993-2007, que supone un cambio radical respecto al PTE: ahora la inversión se concentrará en un conjunto de líneas de alta velocidad exclusivamente para pasajeros (aparte de la de Madrid-Sevilla, ya en funcionamiento): Madrid-Zaragoza-Barcelona, Madrid-Valencia-Albacete, Madrid-Valladolid y la Y vasca. La conexión Valencia-Barcelona, una de las prioridades del PTF, ha dejado de serlo.
Cuando el PP sustituye al PSOE, aprueba el Plan de Infraestructuras de Transporte 2000-07, que prevé pasar de los 470 km que el PSOE llegó a construir a nada menos que 7.700 km para conectar las 47 capitales de provincia peninsulares. Mucho más que lo que preveía el PTF, pero sin incluir la conexión Barcelona-Valencia. Mientras, la UE había declarado prioritarios a una serie de corredores ferroviarios de mercancías, entre los cuales el mediterráneo. El trazado lógico es Algeciras-Valencia-Tarragona-Barcelona-frontera, pero tanto el PP como el PSOE se esfuerzan para que el eje mediterráneo pase por Madrid, evite el Mediterráneo y atraviese la frontera por Hendaya. La propuesta se revela un disparate, pero las obras en el litoral se eternizan.
En los años 80, cuando en Catalunya todavía éramos ingenuos, Pasqual Maragall propuso una conexión en alta velocidad Barcelona-París, que nos entusiasmó. No solo no la tenemos, sino que seguimos sin estar bien conectados con Valencia.
Todo esto viene a cuento porque esta semana la UE ha manifestado su interés por la línea Lisboa-Madrid-París... que pasaría por el País Vasco.
President Illa, defiendes la ampliación de El Prat porque crees que es necesario que Barcelona esté bien conectada con el mundo. Mucho más importante que la ampliación de un aeropuerto que ya es uno de los mayores de Europa es la conexión ferroviaria Barcelona-Valencia-Europa. No permitas que nos sigan marginando.
