Roll’eat: larga vida al envoltorio

Mundo Empresarial

La compañía, especializada en el diseño de envoltorios reutilizables, proyecta aumentar su facturación este año y seguir consolidándose

MERITXELL HERNÁNDEZ, FUNDADORA DE ROLL'EAT, EMPRESA DE ENVOLTORIOS REUTILIZABLES

Meritxell Hernández, fundadora y directora ejecutiva de Roll’eat

Mané Espinosa

La generación de residuos es uno de los principales desafíos medioambientales que empresas como Roll’eat buscan afrontar mediante soluciones que promueven la economía circular. Fundada en el 2006 por Meritxell Hernández y con sede en Barcelona, la compañía diseña envoltorios, tápers y bolsas reutilizables y sostenibles para alimentos. Roll’eat proyecta aumentar su facturación este ejercicio y consolidar su presencia en los mercados en los que ya tiene presencia.

La compañía surgió de la inquietud de su fundadora por reducir el impacto ambiental de acciones tan cotidianas como comer. Su producto estrella, el portabocadillos Boc’n’Roll, busca disminuir la dependencia de materiales desechables, como el papel de aluminio.

La empresa, que ingresa 1,8 millones, ha vendido más de 10 millones de productos desde su creación en el 2006

Desde su creación, Roll’eat ha vendido más de 10 millones de productos en más de 25 países, aunque sus principales mercados siguen siendo España y Europa. La mitad de su facturación, que alcanzó 1,8 millones de euros el año pasado, proviene del mercado nacional. Para este año, se espera que las ventas lleguen a unos 2 millones, cifra aún inferior a los 3 millones registrados en el 2019. Tras el bache que la pandemia supuso para el negocio, Hernández asegura que Roll’eat “siempre ha crecido de manera sostenible”.

Sus diseños se caracterizan, explica la fundadora, por ser “atractivos, reutilizables y sobre todo duraderos”. En la actualidad, la firma cuenta con cinco líneas de artículos para transportar comida de manera fácil y respetuosa con el medio ambiente. La última línea, que lanzó este año, persigue el “residuo cero” en las compras del súper. “Hemos creado el Good’Buy, una bolsa de rejilla con compartimentos que se complementa con envoltorios reutilizables para envolver comida fresca, desde charcutería hasta filetes de pescado y carne, con el objetivo de evitar el uso de papel de parafina”, detalla Hernández.

La empresa, que encarga la fabricación de sus artículos a terceros y emplea directamente a media docena de personas, produce en el Delta de l’Ebre (Tarragona) una versión biodegradable de sus portabocadillos y portasnakcs. El resto de líneas se fabrican en Asia. Sus productos se comercializan tanto en pequeños comercios como en grandes almacenes.

Además de diseñar sus propios envoltorios, tápers y bolsas, Roll’eat ofrece un servicio de personalización de sus artículos destinado a escuelas, empresas e instituciones. En cuanto a sus planes, apuesta por seguir innovando en la creación de nuevos productos, de alta calidad, a un precio asequible y que resuelvan problemas, al tiempo que fomenta la concienciación hacia la adopción de un estilo de vida más sostenible. Otro objetivo estratégico es seguir consolidándose en los mercados donde ya llegan sus envoltorios.

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