El presidente de Anfac, Josep Maria Recasens, ha vuelto a poner el foco en el deterioro de la cadena de suministro de la industria de la automoción en Europa. En su intervención en el Foro Tribuna de Automoción, el representante de la asociación de fabricantes de coches y camiones señaló que la transformación hacia el vehículo eléctrico, los límites de reducción de emisiones de CO2 e incluso la competencia con China está afectando seriamente a la supervivencia de la industria. “Nos estamos jugando el futuro todos los constructores. Está cayendo primero toda la cadena de suministro, se está destruyendo empleo hoy en la cadena. Europa tiene que velar por este ecosistema porque lo que perdamos en 2025, 2026 y 2027 no va a volver”, señaló.
Y la urgencia es “mayor que nunca”, resalto el también presidente de Renault Ibérica, “la negociación es más cortoplacista que nunca porque están desapareciendo las pequeñas y medianas empresas. Quedaremos los grandes y lo demás, ¿qué?”, preguntó. Según sus cuentas, el valor agregado bruto del sector de la automoción es de 85.000 millones de euros, de los que la mitad corresponden a la actividad industrial. “La venta de coches no está en riesgo, siempre se van a vender pero “está en riesgo entre el 15% y el 20% de la actividad industrial”.
La solución más urgente para la crisis industrial pasa por la demanda. Recasens afirma que, si tuviera una “varita mágica,” lo que se pediría es “volver a escenarios de ventas de precovid”. Esto es crucial porque la caída ha sido dramática, resultando en la pérdida de “más de 4 millones de vehículos en Europa” y “casi un 20% de la producción en España”, unos dos millones de vehículos.
Para él, las ventas no se recuperan por la falta de ayudas a la compra: “se necesita un plan que nos ayude a incentivar esta demanda doméstica en España y en Europa”. ”A día de hoy, hay que aceptarlo, el vehículo eléctrico no no es tan accesible con los como los motores de combustión”, dijo. La matemática actual no permite alcanzar los objetivos de electrificación, ya que “el cliente no tiene el dinero suficiente para acceder a esos a esos vehículos”. Por lo tanto, si “Queremos descarbonizar, hay que ayudar. Se ayuda con el vehículo eléctrico, bien”.
El plan AUTO 2030, la propuesta de Anfac con el ministerio de Industria y en acuerdo con el sector debe incluir un “balanceo de oferta y demanda” y no puede ser solo un documento. Un plan real “tiene que tener un responsable, unos ejecutores, unos objetivos e y unas partidas presupuestarias”. Además de las ayudas, la solución de fomento a la demanda debe impulsar y “expandir la infraestructura pública de recarga, aguas abajo”. El futuro de la cadena de valor depende de la recuperación de la demanda. Si no se logra un mercado doméstico fuerte con el apoyo a la compra necesario, la cadena de valor será “débil y vamos a depender de los otros”, y la destrucción del tejido industrial continuará.
“Si queremos descarbonizar, hay que ayudar”, afirmó
Por su parte, el CEO de Seat y Cupra, Markus Haupt, afirmó que “los márgenes siguen siendo el gran reto del vehículo eléctrico, sobre todo en los segmentos más accesibles”. Según el directivo, «la electrificación sigue siendo un gran reto al que se le suman las tensiones cadena de suministro». Y es que, a pesar de que «hemos hecho los deberes» en materia de inversión «sólida y tangible» y desarrollado infraestructuras y producto, «las ventas de electrificados crecen, pero no al ritmo que esperábamos, especialmente en nuestro país». Es un hecho de que la industria necesita no solo una mejor y más eficiente estructura de carga, sino también el apoyo de ayudas públicas, como indicó Haupt.
En este sentido, puso de ejemplo al país vecino, Portugal, donde uno de cada cinco nuevos vehículos es eléctrico, gracias a sus políticas incentivos que incluyen exención de impuestos y deducciones del IVA.
En el caso de nuestro país, el 18,5% de las matriculaciones son electrificados, lo cual calificó como un dato positivo, pero lejos de los objetivos.
«La electrificación no es el futuro, ya es una realidad. En Seat y Cupra estamos convencidos de que España tiene una oportunidad única, pero debe ser un proyecto de país para el que se necesita visión estratégica, inversión y colaboración publico-privada», afirmó, «tenemos el talento y la capacidad industrial para convertirnos en referente europeo».
