Si siempre que le recomendaran algo fuera consciente de que detrás hay un interés económico, lo más probable es que perdiera la confianza en quien le recomienda. Esto es precisamente lo que “empieza a hacer Google con su inteligencia artificial”, sostiene el profesor de escuela de negocios Pablo Foncillas.
El motivo es que el buscador se plantea introducir publicidad dentro de las respuestas generadas por IA en su modo de búsqueda conversacional, el llamado AI Mode. “Un consejo, una sugerencia, una frase aparentemente neutral… que en realidad podría ser patrocinada”, advierte el divulgador en innovación. El riesgo radica en que “si la conversación se percibe como un anuncio disfrazado, la experiencia perderá autenticidad”.