Alerta roja en Meta y OpenAI

SIN BURBUJAS

Alerta roja en Meta y OpenAI
News Correspondent

OpenAI, la empresa de Sam Altman creadora del ChatGPT, tiene un objetivo declarado en la vida, “asegurar que la inteligencia artificial beneficia a toda la humanidad”. Una misión admirable, aunque nada fácil. Por el momento, el rápido crecimiento de la IA y el ascenso imparable de sus competidores, principalmente el modelo Gemini de Google, ha obligado al cofundador y primer ejecutivo de OpenAI a centrar sus esfuerzos en el negocio y lanzar una “alerta roja”, en el lenguaje de la compañía. En un informe interno enviado a sus empleados, Altman ha anunciado que redirigirá recursos a acelerar mejoras en el funcionamiento de ChatGPT y retrasará otras iniciativas consideradas prioritarias hasta hace unos días, desde su aplicación en la publicidad al desarrollo de agentes de compra y para la salud, o ideas prometedoras como el servicio Pulse de asistente personal.

El rápido crecimiento de sus competidores en la IA obliga a Mark Zuckerberg y Sam Altman a dar un golpe de timón

Más que un objetivo, Mark Zuckerberg tenía también una visión muy clara del futuro de la compañía y del universo tecnológico. Lo apostó todo al metaverso, con tanta decisión que en el 2021 incluso cambió el nombre de la empresa de Facebook a Meta Platforms, como reflejo de su convicción en las oportunidades de crecimiento que ofrecía. La apuesta, sin embargo, le ha costado a la compañía 77.000 millones de dólares en pérdidas operativas desde el 2020. La tecnología inmersiva no ha experimentado la tracción que se esperaba, por lo que Meta da también un golpe de timón y prevé ahora aplicar recortes en el negocio del metaverso, de hasta un 30% según la agencia Bloomberg, y destinar esos recursos al desarrollo de dispositivos portátiles –como gafas y otros– equipados con inteligencia artificial. Hace sólo unos meses, Zuckerberg insistía aún en que este año sería “crucial” para el metaverso porque “las inversiones a largo plazo en las que hemos estado trabajando lo harán más atractivo”. Por el camino, sin embargo, la inteligencia artificial se ha convertido en la tecnología que acapara el foco y las expectativas de futuro. Zuckerberg parece haberse caído finalmente del caballo y dará ahora prioridad a la IA, aunque por el camino ha puesto una atención especial en la contratación de expertos en IA, a los que ha ofrecido sueldos millonarios para sumarse a la división de superinteligencia de la compañía.

Google contraataca

La principal preocupación para Altman y OpenAI viene del modelo Gemini de Google, que está ganando usuarios a gran velocidad

Los movimientos correctivos en OpenAI y Meta ponen de manifiesto el inmenso negocio y las grandes posibilidades que se abren con la inteligencia artificial, pero también la intensa rivalidad entre las compañías que están en el centro de su expansión. Esa fuerte competencia está mermando el liderazgo de OpenAI en la carrera. La principal preocupación para Altman viene de Google, que el mes pasado lanzó una nueva versión de su modelo de IA Gemini que según los expertos supera con creces los desarrollos de ChatGPT.

La base de usuarios de Gemini se ha disparado desde el lanzamiento en agosto pasado del generador de imágenes Nano Banana. Según las cifras aportadas por Google, los usuarios activos mensuales han crecido desde 450 millones en el mes de julio a 650 millones en octubre. Estaría, en cualquier caso, todavía lejos de ChatGPT, con 800 millones de usuarios a la semana, aunque las distancias se acortan. Según la firma especializada Sensor Tower, en octubre Gemini registró 73 millones de descargas, frente a los 93 millones de ChatGPT. OpenAI se está viendo obligada también a hacer frente a la presión que le llega desde Anthropic, muy popular entre los usuarios del mundo de los negocios.

FILE - Sam Altman, co-founder and CEO of OpenAI, testifies before a Senate committee hearing on Capitol Hill in Washington on May 8, 2025. (AP Photo/Jose Luis Magana, File)
Jose Luis Magana / Ap-LaPresse

Menos metaverso

Meta se reenfoca hacia la IA: la apuesta por la tecnología inmersiva le ha costado 77.000 millones en pérdidas

Sin reacción oficial desde la compañía ni declaración alguna al respecto de Sam Altman, el único comentario sobre el cambio de rumbo en OpenAI ha venido de Nick Turley, el responsable de ChatGPT, quien mediante un post en la red social X señaló que la empresa se centrará ahora en “seguir dando más capacidades a ChatGPT, continuar creciendo y aumentando el número de usuarios en todo el mundo, a la vez que convertimos la experiencia de uso en más intuitiva y personal”.

El contrapunto a lo Pepito Grillo lo ha puesto el director ejecutivo de Anthropic, Dario Amodei, quien ha subrayado el riesgo que suponen las inversiones multimillonarias en data centers anunciadas desde las grandes compañías. “Algunos están llevando el indicador de riesgo demasiado lejos”, señaló esta semana en una entrevista al T he New York Times. Solo OpenAI se ha comprometido a invertir 1,4 billones en infraestructuras para la IA. Anthropic, por su parte, ha anunciado una inversión de 50.000 millones en la construcción de data centers.

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