España es uno de los países desarrollados donde la presión fiscal creció más entre el 2010 y el 2024. El aumento fue el doble de la media de la OCDE. Mientras en el año 2010 los impuestos y las cotizaciones sociales de los trabajadores pagadas equivalían al 31,1% del PIB, el año pasado ya eran el 36,7%. Es una ganancia de 5,6 puntos porcentuales frente a los 2,6 de media de la OCDE, que en el 2024 estaba en el 34,1%.
Pese al aumento, la presión fiscal en España sigue muy lejos de los países más avanzados de la UE: en Alemania se sitúa en el 38%, Francia en el 43,5% e Italia en el 42,8%. Aunque tradicionalmente se percibe que los impuestos son muy altos en España, la realidad es que la recaudación fiscal está por debajo de las grandes potencias de la UE. En su informe anual sobre ingresos fiscales publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que en 2024 la presión global subió tres décimas en el conjunto de los 38 países miembros, lo mismo que en España.
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Desde 2010 es el único de los grandes países europeos en los que se ha registrado un incremento tan fuerte. El alza coincide con el periodo en el que se dio un fuerte incremento de la recaudación. Solo en el 2024 fue del 8%. La buena marcha de la economía y la no deflactación de la tarifa del IRPF empujó al alza los ingresos, especialmente en IRPF e IVA.
En Alemania la progresión en los 14 años analizados del 2010 al 2024 fue de 2,9 puntos; en Francia de 1,2 puntos y en Italia de 1,1 puntos. Si se compara con todos los otros 37 miembros de la OCDE, el de España es el séptimo ascenso más pronunciado. En el extremo opuesto, entre 2010 y 2024 la presión fiscal disminuyó sobre todo en Suecia, Hungría y, muy especialmente en Irlanda.
Como en la mayor parte de los países de su entorno europeo, en España la principal fuente de recaudación fiscal, con diferencia, son las cotizaciones sociales, con algo más de un tercio del total en 2023, el último año para el que hay cifras comparables. En la OCDE, esas cotizaciones sociales son de media el 25,5%. El impuesto de sociedades, que había llegado a representar un 11,3% del total de los ingresos fiscales en 2007, en vísperas de la crisis financiera, disminuyó a partir de entonces su contribución al 9%. En España, ese impuesto que pagan las empresas por sus beneficios suponía el 8% de la recaudación fiscal en 2023.
