La patronal ya ha formulado su propuesta para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para el próximo año. Se trata de un aumento del 1,5%, lo que supone alcanzar los 16.824 brutos anuales, una cantidad sometida a tributación al IRPF. Por meses, son 1.202 euros brutos al mes, en 14 pagas. Son cantidades por tanto, muy inferiores a la propuesta que formularon los sindicatos en noviembre, que llegaba al 7,5%, y también por debajo de la inflación, que hasta noviembre se sitúa en una media del 2,7%. Además, condicionan la oferta a que no se modifique la actual normativa que permite la absorción de pluses, otro aspecto en el que se enfrentan con los sindicatos.
El razonamiento de la patronal es que el objetivo buscado, alcanzar el 60% del salario medio, ya se ha alcanzado, y por tanto esto les lleva a plantear una subida de solo el 1,5%. La clave de la cuestión es que la CEOE cuestiona el método con el que se ha llevado a cabo este cálculo en los últimos años. En concreto, discute la referencia con la que se trabaja para establecer el salario medio.
Mientras que el Ministerio de Trabajo y el comité de expertos que le asesora, utilizan la Encuesta de Estructura Salarial (EES), la patronal elige la Encuesta de Población Activa (EPA). La CEOE apunta que al elegir la Encuesta de Estructura Salarial, se genera una distorsión al alza, porque no incluye los salarios de la agricultura, ganadería, pesca o servicio doméstico, cuando estos sectores son intensivos en mano de obra y concentran gran parte del SMI. De esta manera, concluyen, el salario medio resultante es superior al dato real y el SMI que aparece está sobredimensionado.
En cambio, apuntan que la EPA sí tiene en cuenta los salarios de estos sectores, y además, está más actualizada, ya que la última disponible es del 2024, mientras que la EES se refiere a resultados del 2023.
Poniendo números a sus argumentos, la CEOE calcula que tomando como referencia el 2025, al SMI le correspondería situarse en 15.760 euros brutos al año, 816 euros menos al año. Es decir, que el SMI sería un 4,9% superior a lo que correspondería.
A partir de aquí, la deducción lógica para la patronal sería que no tocaría realizar ninguna revalorización del SMI para el 2026, pero el comité ejecutivo extraordinario de la CEOE celebrado hoy, ha decidido plantear un aumento del 1,5%, que está en línea con la la prevista para los empleados públicos, y que puede permitir, apuntan, cumplir con los objetivos de la directiva europea de salarios mínimos.
Un último punto, no menor, es que la CEOE advierte que esta oferta está condicionada a que se cumplan las actuales reglas de absorción y compensación de pluses; es decir, que haya margen como ocurre actualmente, para que la subida del SMI absorba alguno de estos pluses. Un punto sobre el que este año los sindicatos han hecho bandera, exigiendo que se modifique la norma para evitar esta absorción. Aparte del montante del incremento, esta absorción será otro punto de conflicto importante.

