España es uno de los países con más absentismo laboral de Europa, un fenómeno que se ha disparado desde la pandemia, según advierte el Círculo de Empresarios, que reclama un gran acuerdo nacional que involucre a administraciones públicas, empresas y agentes sociales para frenar esta tendencia de “dimensiones económicas, sociales y éticas preocupantes”. Cada día, calcula el Círculo, cerca de 1,2 millones de personas faltan a su puesto de trabajo, lo que supone un coste que alcanza ya el 5,4% del PIB. Aumentan principalmente las ausencias por incapacidad temporal.
“El aumento del absentismo está erosionando la competitividad de las empresas y generando un coste creciente para el conjunto de la economía. Es imprescindible alinear incentivos, mejorar la gestión de las bajas y reforzar la corresponsabilidad de todos los actores” señala Silvia Iranzo, presidenta del grupo de trabajo de Economía y Unión Europea del Círculo de Empresarios.
Los “repetidores” son el principal factor del absentismo, según el Círculo
En total, en el 2023 se perdieron más de 368 millones de días de trabajo por este motivo, un 52% más que en 2018. En el tercer trimestre de 2025, el 4,9% de los ocupados no trabajó en la semana de referencia, según datos del INE retomados por el Círculo de Empresarios, lo que supone casi dos puntos más que antes de la pandemia. En cuanto a horas no trabajadas, estas representaron el 6,6% de las horas pactadas en este trimestre, un incremento de 1,8 puntos sobre 2019.
Esto supone que cada día faltan de media 1,2 millones de personas a sus puestos de trabajo. En particular, se ha duplicado el absentismo por incapacidad temporal. Algunos sectores especialmente afectados son los servicios y actividades de jardinería; recogida, tratamiento y eliminación de residuos; y actividades de cuidados y en residencias, donde las tasas de absentismo superan los dos dígitos.
El absentismo tiene un impacto directo sobre la competitividad de las empresas, puesto que reduce la producción, obliga a contratar sustituciones o a reorganizar plantillas y deteriora la productividad y la calidad de los servicios.
El Círculo de Empresarios estima su coste total entre el 3% y el 5,4% del PIB, lo que equivale a entre 47.500 y 81.600 millones de euros anuales. A ello se suma la presión que ponen sobre el sistema sanitario las incapacidades temporales, elevando el gasto público en prestaciones.
El aumento del absentismo se explicaría sobre todo por el aumento de la duración de las bajas por incapacidad temporal y por el mayor número de personas que repiten este tipo de baja. Según el Círculo de Empresarios, el absentismo asociado a los “repetidores” es el factor fundamental que explica prácticamente la totalidad del aumento de la tasa de absentismo por incapacidad temporal entre 2018 y 2023. Así, en España se superan los 38 días de media, frente a los 25–30 días de países como Alemania o Países Bajos, y más del 16 % de los procesos se prolonga más de un año.
El think tank propone así impulsar un Acuerdo Nacional contra el Absentismo, destinado a corregir disfunciones, reforzar la gestión sanitaria y administrativa de las incapacidades temporales, revisar los incentivos existentes y mejorar los procesos de control y reincorporación.
