“No renunciamos a conseguir un socio español”

Industria 

El presidente de Celsa, Rafael Villaseca, traslada en esta entrevista su confianza en que la compañía vuelva  a ganar dinero en 2026

FOTO ALEX GARCIA RAFAEL VILASECA, PRESIDENTE DE CELSA 2025/12/17

El presidente de Celsa, Rafael Villaseca, durante la entrevista

Àlex Garcia

Rafael Villaseca (Barcelona, 1951) tomó hace dos años las rienda de la acería Celsa, una de las principales industrias pesadas de España, con el objetivo de sanearla después de que un juez despojase de la propiedad a la familia fundadora, los Rubiralta, y se la entregase a un grupo de fondos internacionales, acreedores de la deuda. Tras una nueva inyección de 800 millones por parte de los actuales accionistas, el presidente de la compañía confía en volver a ganar dinero en 2026.

Accionariado

Tras las ampliaciones de capital, SPV y Attestor ya controlan cerca del 70% del capital de la compañía”

¿Con la nueva inyección de recursos se cierra la puerta a la búsqueda de un inversor español como pedía el Gobierno?

Lo intentamos porque los accionistas se habían comprometido y porque era bueno para la compañía. Había que aumentar los fondos propios dentro de este plan de saneamiento. Después de tener unas negociaciones con Criteria, decidieron que no era la inversión por unas razones determinadas. Están en su perfecto derecho, faltaría más. Así que se abandonó esta línea. No encontramos otro socio razonable.

¿Por qué?

No nos debe extrañar. En España no abundan los inversores industriales. La competencia es mucho más pequeña que nosotros. Tuvimos que abordar la reorganización y el aumento de la solvencia sin contar con un socio externo. Naturalmente, acudimos a nuestros actuales accionistas, que una vez más demostraron su apoyo para la compañía.

¿Renuncian completamente a que Celsa vuelva a ser española?

No, no y no. Nadie renuncia a nada. Lo que constatamos es que colocar un 20% es complicado, porque una cosa es que vendas la compañía y alguien tome el control, pero colocar un 20% no es fácil. ¿Qué sucederá en el futuro? Estos accionistas, en un determinado plazo, que no han puesto y que no tienen urgencia, cederán el control a un tercero. No obstante, esto no forma parte ni del calendario, ni es algo que estemos manejando.

¿Cómo ha evolucionado el accionariado tras la ampliación de capital?

Diría que SPV y Attestor controlan entre los dos cerca del 70%, en números redondos. Luego tenemos otros dos accionistas, Golden Three y CrossOcean, que con estos ya estaríamos en más del 90%. Luego hay otros accionistas minoritarios.

Compromiso

Los fondos han invertido 900 millones en esta compañía. Hemos salido de la UCI y del Hospital”

¿Qué se encontraron estos accionistas cuando llegaron a la empresa?

Cuando tomamos la sociedad, justo ahora hace dos años, nos encontramos con una situación terrible. Saliendo de un concurso de acreedores, con una sentencia y con unas auditorías que mostraban un agujero de 1.400 millones de euros. Después, resultó que, en la auditoría del cierre de ejercicio, aparecieron otros 1.300 millones de euros de sorpresitas. Entre ellos, 500 millones de créditos a accionistas que fueron impagados y una serie de cosas: provisiones fiscales, salvedades contables, etcétera. Total, una bofetada de 2.700 millones. Además, la compañía tenía una auténtica barbaridad de endeudamiento, de 3.700 millones.

¿Cuál es el compromiso de los fondos propietarios?

Están en el convencimiento de que es bueno para sus intereses y para su rentabilidad en el proyecto, que la empresa vaya bien y esté saneada y bien organizada.

¿Con qué horizonte temporal?

Algún día, como todos los accionistas de todas las compañías, pueden decidir que hasta aquí y que ahora hay una buena oportunidad.

¿Cómo se ha llevado a cabo el plan financiero?

Primero, reduciendo el apalancamiento por el procedimiento fundamental de mejorar el resultado operativo bruto (ebitda) y de reducir el pasivo financiero mediante desinversiones. Segundo, aumento de la solvencia. El aumento de la solvencia se ha conseguido mediante la ampliación de capital de 200 millones Y una emisión de deuda subordinada de 600 millones, que computa a efectos de empresa y del rating como capital. Los accionistas han invertido 800 millones más otros 100 millones que ya pusieron. En total, son 900 millones. Hace un año hice el chiste que habíamos salido de la UCI. Ahora yo creo que hemos salido del hospital. Ya estamos en una convalecencia y estamos recuperándonos a gran velocidad.

¿Cuál es su objetivo como gestor?

Conseguir que Celsa sea una empresa atractiva y sólida. Este año vamos a aumentar el ebitda un 50%, aunque el resultado neto todavía se mantendrá en negativo. A partir de que logremos dar la vuelta a la cuenta de resultados: plantearemos la llegada de nuevos inversores. Ojalá sea un accionista español. Creo que eso sería del gusto de todos. O bien, una salida a bolsa, aunque, subrayo, no es algo que esté en estos momentos trabajando la compañía.

Otro de los compromisos era no trocear la empresa pero vendieron Reino Unido y de Noruega.

No, el único compromiso que existía es el de no vender activos en España. Nunca hubo ningún compromiso con las filiales extranjeras, de ninguna manera.

Tras la venta de las filiales de Reino Unido y Noruega, ¿dónde pone el foco de crecimiento?

Nos estamos concentrando en dos mercados, el mercado español y el mercado polaco. Nuestro planteamiento fue que hay que poner la compañía en condiciones de normalidad económica y financiera y eso pasaba por adelgazar. Tuvimos que vender porque era excesivo. Se habían comprado con muchísima deuda y, por tanto, había que vender para desapalancarse.

Ponga números a los resultado que espera para 2026

Seguir creciendo en ebitda y, sin duda alguna, alcanzar ya el punto de equilibrio.

¿Quedan alfombras por levantar en Celsa?

No, no nos consta.

Ustedes han tenido ya dos sentencias contra los anteriores propietarios, la familia Rubiralta. Una a favor y otra en contra.

No, vamos a ver. No es a favor y en contra. Son de muy diversa consideración. ¿Cuál es la política de la compañía? Es muy simple. Aquí el agujero es milmillonario. La mínima responsabilidad por parte de los administradores es recuperar lo que se pueda, porque se debe hacer.

¿Ha hablado con la familia Rubiralta?

No, no he tenido ningún contacto.

Visto en perspectiva, ¿qué le pareció la decisión judicial de quitar la propiedad a la familia?

Mi incorporación es después de la sentencia. O sea, que en todo este proceso no tuve ni arte ni parte. Después, yo entiendo que de una manera muy resumida, el juez estima de que la compañía estaba en la absoluta quiebra. Los hechos posteriores lo ratifican plena y rotundamente. Pero no lo digo yo, lo dice además del juez y lo dice el auditor, EY. Cuando eso sucede en una compañía anónima, ¿Quién es el primero que pierde todo su dinero? Ya está contestado el tema. Es que no sé qué más decir. No entro en el debate jurídico porque no tengo ni idea, ni participé, ni me interesa.

Ustedes son uno de los grandes consumidores de energía eléctrica.

Sí.

¿Han calculado el sobrecoste que le representa el apagón?

Seguramente, pero no me atrevo a decir una cifra ahora mismo. Cuando sucedió eso, la generación energética renovable estaba en los niveles del 70% o el 80%, con algunas horas al 100%. Esto ya se ha reducido para conseguir mayor seguridad en la red. Y esto hay que entenderlo.

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