No puedes vivir sin promoción
Louis C.K. acumula una deuda de dos millones después de lanzar la serie ‘Horace and Pete’ por sorpresa a través de su página web
Sonaba genial sobre el papel. El humorista Louis C.K., considerado un intocable de la crítica estadounidense con la serie Louie, había decidido crear una serie al margen de la industria. El plan era el siguiente: él escribía, dirigía y producía los episodios, utilizaba su nombre y su agenda de contactos para atraer un reparto estelar y vendía los capítulos sin previo aviso a través de su página web. Quería sacudir los grandes estudios con una propuesta 100% artesanal, y así fue como parió Horace and Pete. ¿El único problema? Que ahora ha descubierto que no se puede lanzar una serie sin un mínimo de promoción y acumula una deuda de dos millones.
“Me emocionaba la idea de que el programa apareciera de ninguna parte”, reconoció en el mítico programa radiofónico de Howard Stern. Quería saltarse las normas con Horace and Pete, una apuesta muy teatral que tenía poca salida en el mercado tradicional de las cadenas de televisión y tampoco quería dejarse seducir por una oferta de Netflix u otra plataforma de contenidos. Ni tan siquiera los periodistas conocían la existencia del proyecto aunque contase con actores de la talla de la oscarizada Jessica Lange, Steve Buscemi, Alan Alda y Edie Falco. ¿Cómo se enteraron? Pues al mismo tiempo que el resto de los suscriptores y consumidores de su web: cuando recibieron un aviso de que podían descargar el primer episodio por cinco dólares.
Steve Buscemi y Louis C.K. son los propietarios del bar de perdedores Horace and Pete
La acción tenía lugar en el bar de mala muerte de Horace y Pete, una guarida para perdedores y alcohólicos que permanecía inalterable en una emergente zona de Nueva York. El esquema no era precisamente el de Cheers, una comedia con público en directo, sino que el amplio escenario servía para desarrollar silencios, larguísimos monólogos y exponer una galería de personajes incómodos. Ya avisó en su propia página que no era ninguna comedia: “No sé exactamente qué es. Puede ser divertida. Y puede no serlo”. Y también alertó que podía ser “terrible”, “triste” y “confusa”. Era un experimento con una Jessica Lange desagradable, un Buscemi esquizofrénico y un Alan Alda machista dejándose llevar por un guionista difícil de encasillar, que se dio a conocer por los monólogos y que ascendió al olimpo de los grandes autores con Louie, una obra difícil de catalogar en un género y que acumula 22 nominaciones al Emmy y tres galardones (dos de ellos para los guiones de C.K.).
“Hice los cuatro primeros, no dije nada a nadie e hice un poco de dinero”, explicó a Howard Stern. El segundo valía dos dólares, y a partir del tercero se fijó el precio en tres. En total, adquirir la temporada completa compuesta por diez episodios sale por 31 dólares porque un descuento “sería injusto” para aquellos que siguieron la serie episodio a episodio. El problema es que, después de producir el cuarto, ya “no tenía dinero” y tuvo que pedir un crédito para seguir adelante con la iniciativa. No depender de un canal le permitía escribir y dirigir exactamente aquello que él quería, darles la duración que quisiera (el primero excedía la hora) y retocar los guiones, rodar y montar en apenas una semana, de tal forma que podían incluir elementos de actualidad en las escenas.
Eso sí, nadie debe preocuparse por el bienestar de Louis C.K. después de este experimento. El humorista calcula que al final del verano ya habrá rentabilizado Horace and Pete con los espectadores que están descubriendo la serie con un tour promocional que no tenía previsto. Visitó el late-night de Jimmy Kimmel y las ventas subieron. Después tocó el programa de radio de Stern, el mítico Tonight show que actualmente presentan Jimmy Fallon y Charlie Rose. Y, si esto no fuera suficiente, siempre le quedará hacer monólogos por la geografía americana para recuperar los ahorros perdidos. El especial Live at the Beacon Theater, que se produjo él mismo en diciembre del 2011, generó más de un millón en los primeros diez días de distribución en su web.
La gran incógnita, por lo tanto, no es cómo recuperará su inversión sino cuál será su próxima aventura. Advierte, por ejemplo, que “ya no siente” la serie Louie por más que el canal estadounidense FX le dé libertad para volver con más episodios cuando él crea oportuno. Este sábado, además, sorprendió con otra misiva donde informaba de que no habría más episodios de Horace and Pete tras haber vendido el décimo a principios de abril: “No quería que supierais, mientras veíais el episodio, que era el último”. ¿Qué les queda entonces a los devotos fans de este señor? Esperar y actualizar el buzón de forma compulsiva para ver si hay novedades. Cualquier día de estos podría sorprender con otra rareza.