Renfe prepara un AVE de bajo coste entre El Prat y Madrid
El tren no llegará al aeropuerto ni a Sants sino a una estación conectada con Rodalies y la L9
Renfe le ha dado la vuelta al AVE y ha creado EVA, una nueva marca comercial de la operadora pública que con un aspecto más desenfadado ofrecerá un servicio de bajo coste entre Madrid y Barcelona. El nuevo servicio entrará en funcionamiento en el primer trimestre del 2019 y contará inicialmente con cinco frecuencias diarias por sentido.
El principal atractivo será el precio de los billetes. Serán hasta un 25% más económicos que en el servicio convencional y los trenes seguirán la filosofía low cost de las aerolíneas, eliminando servicios complementarios para reducir costes. Pero la principal novedad operativa, dejando de lado el precio y la imagen renovada de los trenes, es que el origen y destino no será Sants, sino El Prat de Llobregat. La gran estación de la capital catalana se encuentra cerca del límite de su capacidad y el Ministerio de Fomento ha escogido la estación intermodal de El Prat –en la ciudad, no en el aeropuerto– como la mejor alternativa metropolitana ya que cuenta con parada de la línea 9 de metro y Rodalies, que trasladan hasta Sants en un trayecto de 12 minutos y paseo de Gràcia en 17. De hecho, según los cálculos de Renfe, un 25% de la población del área metropolitana de Barcelona tiene un acceso más rápido a la estación de la ciudad del Baix Llobregat frente a un ligeramente superior 30% que llegan antes a la de Sants. “Es un nodo intermodal como seguramente hay pocos en este país”, recalcó el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante la presentación de la nueva marca ayer en El Prat de Llobregat. El plan director de infraestructuras de la Generalitat también tiene marcado desde hace años este punto como un lugar fundamental para la movilidad del entorno de la capital catalana.
En el futuro también pasará por la estación intermodal de El Prat el tren lanzadera al aeropuerto, cuyo túnel bajo las terminales se encuentra actualmente en construcción. Hasta entonces, la conexión con los vuelos está garantizada mediante el metro. La estación a la que llegará el EVA también cuenta con diversas líneas de autobús interurbano que conectan con Barcelona y los municipios colindantes. Todos estos medios de transporte público podrán ser utilizados con el mismo billete de alta velocidad sin necesidad de adquirir uno nuevo. Lo mismo en Madrid, con la idea que se pueda ir de casa hasta el destino que sea con el mismo billete.
El modelo de bajo coste se traducirá en un “precio a medida”, en el que se pagará una tarifa base y a partir de ahí se suman extras, exactamente igual que en las aerolíneas de este tipo. La posibilidad de llevar más de una maleta y otros extras podrán comportar un suplemento. Bajo una concepción que De la Serna define como “tren inteligente” se ha planteado un servicio con una imagen más fresca para atraer nuevos segmentos de población más allá del viajero de negocios, especialmente a jóvenes, familias y personas que viajan en pequeños grupos por motivos de ocio. Esto se traduce en cambios que no sorprenderán a ningún millenial como por ejemplo que los billetes únicamente se podrán comprar por internet. Además, se podrán acordar transportes compartidos entre los viajeros mediante una aplicación y grupos de WhatsApp. Todos los vagones contarán con conexión wifi y la digitalización llega hasta el punto de que se está estudiando la posibilidad de implantar la identificación biométrica con la huella dactilar como sustituta del billete. La estimación inicial es que el nuevo servicio transporte a un millón de pasajeros anuales, de los que 400.000 procederán del coche y 250.000 serán nuevos pasajeros, según los cálculos del ministerio de Fomento.
La imagen de los trenes EVA será diferente por fuera pero también por dentro. De las 316 plazas que tienen los AVE pasarán a tener entre 328 y 343, con espacio para sentarse hasta seis personas en una mesa si viajan juntos y zonas reformuladas. El vagón con la cafetería se reformulará con máquinas de vending y también habrá zonas con mámparas para los que buscan un entorno de trabajo tranquilo. La nueva configuración incorporará lugares específicos para las familias que viajen con niños y con mascotas. Lo que será exactamente igual es la velocidad del tren y las vías por las que circulará.
A 12 minutos de Barcelona. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, comprobó la cercanía de la estación del Baix Llobregat con Sants
Pocos días antes de que la conexión con alta velocidad entre Barcelona y Madrid cumpla diez años, el movimiento de Renfe responde a un cambio que cada vez se ve más cerca. La liberalización del sector en el 2020 por indicación de la Unión Europea obligará a la operadora pública a afrontar la competencia de actores privados en el transporte de viajeros en tren. El objetivo de este nuevo servicio es tener los deberes hechos para adelantarse a posibles competidores y testar el funcionamiento en el corredor con mayor demanda. Si funciona bien, Renfe prevé extender progresivamente el nuevo EVA a otras líneas de alta velocidad de la Península.
El trayecto entre El Prat y Madrid únicamente hará una parada. Será en el Camp de Tarragona por su potencial turístico. El resto de paradas por las que pasa el AVE como Zaragoza y Lleida verán los trenes pasar sin parar. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, reaccionó ayer de inmediato y exigirá al ministerio de Fomento que se incluya una parada en la ciudad teniendo en cuenta el éxito que han supuesto los 14 años de AVE en la ciudad, informa Pau Echauz.
El referente más directo para el nuevo proyecto de Renfe es Ouigo, el servicio de alta velocidad de bajo coste de la SNCF, el operador público francés. En París, en lugar de entrar hasta alguna de las principales estaciones de la capital, los trenes se quedan en Chessy, a las afueras, muy cerca de Disneyland Paris. En el caso del EVA, a Madrid sí que llegará hasta Atocha pero en Barcelona se quedará en la estación intermodal de El Prat, donde deberán acometerse en los próximos meses las obras para crear el entorno que acoja el nuevo servicio de alta velocidad. La estación de AVE ya existe en el municipio pero pensada como una parada de paso antes de llegar a Sants. Hace diez años, cuando las dificultades en las obras hicieron temer un gran retraso en los trabajos de construcción de las vías hasta Barcelona se llegó a plantear la posibilidad de utilizar la estación de El Prat como alternativa temporal. Finalmente no fue necesario pero la infraestructura está ahí, al lado de las vías de Cercanías, acumulando polvo y esperando su momento que ahora parece llegar. Las vías ya están preparadas para acoger trenes, simplemente faltan adecuar los andenes y preparar las instalaciones en una estación de origen y final de trayecto con algún establecimiento de restauración. El Ministerio de Fomento prevé una inversión de dos millones de euros para todo ello. Las obras se espera que empiecen en mayo e incluirán una instalación de carga para vehículos eléctricos en el gran aparcamiento que cargará los coches aprovechando la energía generada por el paso de los trenes.
El importante anuncio realizado por el Ministerio de Fomento con un gran montaje en la estación de El Prat sorprendió al Ayuntamiento, que no tenía constancia de ello. Se enteraron al mismo tiempo que la prensa, lo que generó malestar en el equipo de gobierno municipal. No se esperaban un anuncio de tal calado y el alcalde, Lluís Tejedor, delegó su asistencia al acto en el primer teniente, Sergi Alegre, que instó al ministerio de Fomento a “trabajar junto a la ciudad ya que la operación implica cambios en la superficie”. Alegre propondrá en los próximos días la creación de un grupo de trabajo conjunto en el que se encuentren el Consistorio, el Gobierno y la Generalitat para abordar todas las actuaciones de forma integral.
De lo que sí que tenían constancia en el Ayuntamiento del Prat es de la licitación de la redacción del proyecto básico y el proyecto constructivo de la nueva estación intermodal de El Prat. La Generalitat de Catalunya lo sacó a concurso la semana pasada y lo hizo público ayer coincidiendo con el anuncio de Fomento. Básicamente se trata de agrupar bajo el mismo techo la estación de Rodalies, el metro y la futura alta velocidad. “Son actuaciones combinables y complementarias”, defiende el secretario de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat, Ricard Font. El proyecto prevé una primera fase de obras con un presupuesto estimado de 15 millones de euros, muy por debajo de la faraónica estación proyectada en tiempos de bonanza que fue desechada hace unos años.
Tanto el Ayuntamiento como la Generalitat quieren aprovechar para dar respuesta a una vieja reivindicación de hacer parar en El Prat algunos trenes regionales y así dar servicio a los pasajeros del sur de Catalunya que se desplazan a coger un avión y ahora no tienen más remedio que ir hasta Barcelona y luego desandar parte del camino para volver a El Prat.