De la calle al corazón de una nueva familia, así es la empresa que cuida y lucha por cada animal abandonado

Desde 2017, CaniAusa trabaja incansablemente para dar respuesta a un problema que, por desgracia, sigue vigente: el abandono de animales. Su equipo, formado por veterinarios, etólogos y profesionales con décadas de experiencia en el sector, nació con un propósito claro: ofrecer un servicio serio y estructurado para la recogida y custodia de mascotas perdidas o abandonadas. Y lo hacen las 24 horas del día, los 365 días del año, porque el bienestar animal no entiende de festivos ni vacaciones.

Hasta hace unos años, esta tarea recaía principalmente en protectoras y voluntarios, pero la ley establece que son los ayuntamientos los responsables de prestar este servicio. La mayoría, sin recursos propios para gestionarlo, lo externaliza a través de licitaciones. Aquí es donde entra en acción CaniAusa, que no solo recoge a los animales, sino que garantiza su cuidado y rastrea a sus dueños en caso de extravío. “Los ayuntamientos son los principales responsables de la recogida de animales abandonados y perdidos, y es en los ayuntamientos donde nace la empresa debido a esta necesidad. Hasta hace unos años, esta labor la realizaban las protectoras de animales de manera voluntaria. Sin embargo, la ley actual establece que los ayuntamientos deben prestar este servicio por obligación”, explican desde la compañía.

Pero su labor no se limita a recoger y custodiar. Cada animal que llega a sus instalaciones sigue un proceso riguroso: primero, se verifica si tiene microchip y se contacta con su propietario. Si nadie lo reclama en un plazo de 20 días, entra en la bolsa de adopción, donde se busca un nuevo hogar para él, y, si lo requieren, son derivados a centros especializados para cirugías o tratamientos más complejos.

Uno de los aspectos diferenciales de CaniAusa es su firme apuesta por la transparencia. Ha sido la primera empresa del sector en Catalunya certificada con la UNE de bienestar animal, un estándar que garantiza la trazabilidad total de cada caso. Desde el momento en que un ayuntamiento solicita el servicio hasta que el animal es adoptado o devuelto a su dueño, todo queda registrado y auditado. 

La Norma UNE 313001 asegura una gestión exhaustiva de cada caso, desde que el animal es recogido por la administración hasta que es adoptado o devuelto a su propietario. A través de auditorías constantes de un organismo independiente, CaniAusa asegura la trazabilidad total de cada animal, controlando desde la ingesta de alimentos hasta la socialización y las actuaciones veterinarias. 

Pero su compromiso no acaba ahí. CaniAusa también tiene una vertiente social y colabora con la Fundación Josep Carreras en la lucha contra la leucemia, demostrando que su vocación de ayuda va más allá de los animales. “Somos una empresa de servicios, pero dado que estamos ofreciendo un servicio social, entendemos que debemos ir más allá”, explican.

Sin embargo, a pesar de su labor y la de muchas otras organizaciones, el abandono de animales sigue siendo un problema grave. No solo no ha disminuido, sino que ha cambiado de forma. Ahora, además de los casos tradicionales, hay un aumento preocupante de decomisos: perros incautados en peleas ilegales, animales usados como “vigilantes” en plantaciones de marihuana o mascotas que quedan atrás en desahucios. En muchos de estos casos, los animales quedan atrapados en procesos legales que pueden durar años, impidiéndoles encontrar un nuevo hogar.

Durante el 2024, CaniAusa ha gestionado más de 150 servicios para perros y más de 120 para gatos, además de atender también a hurones, esos pequeños olvidados que, sorprendentemente, presentan las tasas de adopción y recuperación más altas (50%). En cuanto a los perros y gatos, las adopciones se mantienen en torno al 35%, mientras que la gran diferencia se encuentra en las recuperaciones: casi la mitad de los perros se recuperan (45,07%), pero en el caso de los gatos, la cifra cae drásticamente hasta un 11,40%. Datos que, lejos de ser simples números, muestran el esfuerzo diario de un equipo comprometido en dar segundas oportunidades a quienes más las necesitan.

CaniAusa trabaja cada día con la esperanza de que, algún día, su servicio deje de ser necesario. Saben que es un sueño difícil, pero mientras haya un solo animal en peligro, seguirán al pie del cañón, asegurándose de que cada uno tenga la oportunidad de una vida mejor.