La eficiencia energética, ventaja competitiva para las pymes

Energía

Adoptar soluciones energéticas eficientes refuerza la rentabilidad y la resiliencia empresarial. BBVA
impulsa a las pequeñas y medianas empresas con financiación, asesoramiento e innovación digital

Colocar paneles fotovoltaicos en tejados o espacios disponibles contribuye a disminuir de manera notable el coste de la electricidad y refuerza la autonomía energética

Colocar paneles fotovoltaicos en tejados o espacios disponibles contribuye a disminuir de manera notable el coste de la electricidad y refuerza la autonomía energética

G.I.

Durante años, la sostenibilidad en el ámbito empresarial se ha entendido sobre todo como una responsabilidad o un deber externo vinculado a cuestiones estrictamente medioambientales. Hoy esa visión ha cambiado. La eficiencia energética tiene también sentido económico porque se ha convertido en una ventaja competitiva que permite a las pymes reducir costes, mantenerse en cadenas de suministro cada vez más exigentes y reforzar su reputación. En un país donde más del 99% del tejido empresarial son pequeñas y medianas empresas, la transición energética se ha transformado en un factor decisivo de supervivencia y crecimiento.

Este giro tiene un contexto internacional claro. Desde el Protocolo de Kioto en 2005 hasta el Acuerdo de París en 2015 y la Agenda 2030 de Naciones Unidas, los gobiernos han asumido compromisos firmes contra el cambio climático. La normativa europea y nacional ha endurecido las exigencias en emisiones y eficiencia, lo que obliga a las empresas a adaptarse. Aunque estas normas, especialmente las que implican reporte y seguimiento, se dirigen sobre todo a grandes corporaciones, acaban teniendo alcance sobre toda la cadena de valor. Las pymes proveedoras que no cumplan criterios sostenibles corren el riesgo de quedar fuera de contratos clave.

El argumento de ahorro económico resulta igual de contundente. Lo que años atrás se percibía como un coste, hoy se torna en inversión. Porque invertir en eficiencia energética reduce la dependencia de la volatilidad de los precios de la energía, evidenciada en las crisis energéticas de los últimos años, y protege frente a subidas de costes, al tiempo que abre puertas a financiación en mejores condiciones. Cada vez más entidades y programas públicos priorizan proyectos sostenibles, como la nueva Línea ICO Verde o los fondos europeos. Además, en muchos casos, los propios ahorros conseguidos pueden llegar a financiar la propia inversión. La sostenibilidad, a su vez, se ha convertido en un valor diferencial ante clientes e inversores y en un factor de atracción de talento.

Acompañamiento integral

En este escenario de inversión, el papel de las entidades financieras es determinante. BBVA ha situado la sostenibilidad en el centro de su estrategia y se ha consolidado como socio clave para las empresas que quieren avanzar en esta transición. “Nuestro compromiso va más allá de la financiación, con un acompañamiento integral que combina asesoramiento especializado, herramientas digitales y alianzas con socios estratégicos”, resume Lucía Hernández, gestora de Financiación Sostenible de BBVA en Catalunya. 

Las iniciativas de BBVA abarcan la eficiencia energética en instalaciones y procesos, el autoconsumo solar o la movilidad sostenible. En eficiencia, apoya inversiones en maquinaria, climatización, refrigeración o rehabilitación de edificios, con soluciones llave en mano que incluyen el diseño del proyecto y la gestión de ayudas. 

En autoconsumo, ofrece servicios integrales para la instalación de paneles fotovoltaicos, con diagnóstico de consumo, estimación de ahorro y propuestas adaptadas. O en movilidad, donde facilita la renovación de flotas mediante renting y leasing de vehículos ECO y eléctricos, y ofreciendo herramientas para calcular el ahorro.

Innovación digital

Los avances en materia de eficiencia energética van de la mano de la innovación digital. BBVA fue la primera entidad en España en ofrecer una herramienta para calcular la huella de carbono de sus clientes, lo que permite a las pymes identificar áreas de mejora y diseñar estrategias sostenibles. Además, impulsa acciones de formación y divulgación gracias a su capilaridad en todas las comunidades autónomas, de modo que ninguna empresa queda fuera de esta transformación.

Los avances tecnológicos refuerzan esta apuesta. La reducción de costes en energías renovables y en sistemas de climatización o iluminación eficientes ha acortado los plazos de retorno de la inversión. La digitalización, a través de sensores y plataformas de monitorización, facilita el control de consumos en tiempo real y ayuda a detectar ineficiencias. Gracias a su escala internacional y a su creciente inversión en tecnología, BBVA integra estas innovaciones en soluciones adaptadas a cada sector. Como ejemplo, entre otras, dispone de funcionalidades en la app para la mejora en ahorro energético o para la electrificación de flotas de vehículos para pymes.

Para las pymes, la transición energética es un factor decisivo de supervivencia y crecimiento

La transición energética no debe entenderse como una obligación externa, sino como una oportunidad estratégica. “Para las pymes, invertir en sostenibilidad significa asegurar su competitividad y abrirse a nuevas oportunidades en un mercado global más exigente”, concluye Hernández.

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