Cinco cosas que debes saber antes de crear tu empresa
CONSEJOS EMPRESARIALES
Claves prácticas para emprender con más seguridad y evitar errores comunes
Antes de constituir formalmente una sociedad, vale la pena detenerse y considerar algunas cuestiones clave
Crear una empresa es una aventura apasionante, pero también exigente. Como consultora en el área de creación y crecimiento empresarial, he tenido el privilegio de acompañar a cientos de personas emprendedoras en los primeros pasos de su proyecto. Y a menudo observamos patrones que se repiten: errores que se pueden evitar, decisiones que conviene reflexionar mejor y también buenas prácticas. Antes de constituir formalmente una empresa, vale la pena detenerse un momento y considerar estas cinco cuestiones clave:
1. No comiences sin validar la idea
Tener una idea es solo el primer paso. Tener una buena idea no garantiza que haya mercado para ella. Es importante validar que esta idea aporta valor real a un segmento concreto de personas. Es decir, tu propuesta de valor debe resolver un problema o satisfacer una necesidad de manera clara y diferenciada. Validar significa salir al mercado, hablar con posibles clientes, entender si realmente existe una necesidad o problemática, y comprobar si estarían dispuestos a pagar por la solución que propones.
Una encuesta bien diseñada, una prueba piloto o un producto mínimo viable pueden proporcionar información muy valiosa para validar tu idea. Saltarse este paso es uno de los motivos más habituales de fracaso en fases iniciales.
2. El equipo es tan importante como la idea
Aunque comiences solo/a, no significa que debas hacerlo todo por tu cuenta. Uno de los errores más habituales es intentar asumir todas las áreas del negocio sin apoyo. En cualquier proyecto, es necesario construir un entorno de confianza formado por personas que complementen tus habilidades, ya sea con profesionales externos, mentores, colaboradores puntuales, etc.
Si emprendes en equipo, es aún más importante definir desde el principio los roles de cada uno, los compromisos y la forma en que se tomarán decisiones. Un buen equipo (sea interno o externo) aporta perspectivas diversas, reparte responsabilidades y aporta estabilidad al proyecto. La clave es rodearte de talento y criterio, creando una cultura de colaboración.
3. Elige la forma jurídica que mejor se ajuste a tu proyecto
La forma jurídica de la empresa tiene implicaciones directas en aspectos como fiscalidad, afiliación a la Seguridad Social, responsabilidad legal, relaciones con posibles socios y acceso a financiación. Por eso, es esencial analizar bien las características y objetivos del proyecto, y recibir asesoramiento antes de dar el paso de constituir la empresa formalmente.
Cada forma jurídica tiene sus ventajas e inconvenientes; hay que encontrar la que mejor se ajuste a los objetivos de cada proyecto y del emprendedor. Las características de la idea de negocio serán las que ayuden a encontrar la mejor opción legal. Además, es recomendable revisar esta elección con el tiempo, ya que las necesidades del proyecto pueden cambiar a medida que evoluciona, lo que puede hacer necesario un cambio de forma jurídica para adaptarse mejor a la nueva realidad del negocio.
4. Prepárate para gestionar más de lo que te gusta hacer
Cuando emprendes, no solo te dedicas a tu pasión. También eres responsable de la gestión económica, la facturación, la promoción del negocio, la relación con proveedores, la parte legal y otras tareas que quizás no domines o no te gusten tanto. Es importante ser consciente de que, sobre todo al inicio, asumirás múltiples roles. No se trata de saberlo todo ni de hacerlo todo solo/a. Entender mínimamente cada área y planificar cómo y cuándo buscar apoyo es una decisión estratégica.
Además, es clave establecer desde el principio cuáles son los límites que estás dispuesto a cruzar y cuáles no. Cuánto tiempo quieres dedicar, qué nivel de riesgo estás dispuesto a asumir o hasta dónde estás dispuesto a comprometer tu vida personal. Poner límites no es una debilidad, sino una manera de construir un proyecto más sostenible y saludable a lo largo del tiempo.
5. Busca apoyo y no emprendas solo/a
Emprender no significa hacerlo solo/a. En Cataluña disponemos de múltiples recursos públicos y de entidades que ofrecen información en el proceso de emprender, asesoramiento en el análisis de la idea de negocio y la viabilidad del proyecto, orientación sobre la forma jurídica, apoyo en la búsqueda de financiación y mucho más.
Hacer uso de estos servicios es un signo de inteligencia estratégica. Contrastar tu idea con profesionales, recibir orientación experta y conocer experiencias de otras personas emprendedoras puede evitar errores comunes y ayuda a tomar decisiones más sólidas desde el principio, avanzando con mayor confianza.