Poner en pie y mantener un negocio no es tarea fácil. Escuchando a los emprendedores que forman parte de Empresas de Vanguardia, podríamos decir que es casi un acto heroico: una tarea llena de sacrificios y dedicación, pero que al mismo tiempo da sentido a la vida de quien se levanta cada mañana decidido a demostrar que su proyecto merece ser tenido en cuenta.
En estos centenares de historias, hemos recogido trayectorias muy distintas, pero que comparten un mismo hilo conductor: la valentía de quienes se atreven a cambiar las reglas y construir futuro. Desde la creación de una web solidaria nacida tras descubrir que una compañera dormía en el coche camino del hospital, hasta la expansión de un almacén en Poble Nou que se convirtió en el mayor operador logístico de Catalunya con 160 tiendas. También ha habido espacio para hablar de legado y coraje, como en el caso de una mujer que dejó una multinacional embarazada de mellizos para unirse al sueño empresarial de su padre; proyectos de ambición y visión de futuro, como la inmobiliaria boutique decidida a liderar el mercado de lujo en España; y ejemplos de talento creativo convertido en empresa, como el de un tatuador que soñaba con dibujar cómics y transformó su estudio en Sant Adrià en un auténtico refugio artístico.
Ahí es donde La Vanguardia sentía que debía estar: al lado de cada uno de estos emprendedores y emprendedoras, siendo altavoz de sus logros, de sus proyectos y, sobre todo, ayudando a que las pymes que forman el tejido industrial del país estén más conectadas entre sí.
Porque juntos siempre seremos mejores.
Orgullo que trasciende generaciones
No hay mejor manera de explicar Empresas de Vanguardia que a través de los testimonios de quienes ya forman parte del proyecto. Para la Ebanisteria Espígol, la publicación fue un reconocimiento que va más allá del negocio: “Salir en La Vanguardia ha sido un reconocimiento inmenso para nuestro legado familiar. Han sabido captar nuestra esencia y nuestra historia, compartiéndola tal como la imaginamos”. Su fundador recordaba, días después de la publicación, cómo su padre de 80 años repartía emocionado copias del artículo entre clientes y conocidos. Un gesto que demuestra que el orgullo y la ilusión no entienden de edades ni de generaciones.
En un momento tan especial para los empresarios que participan en el proyecto, es obligatorio estar a su lado durante todo el proceso para ofrecer un resultado único, y así lo indican las palabras de Peter Raventos, fundador de Peter Lead: “El seguimiento personalizado y la preparación de cada artículo añaden un valor diferencial a la visibilidad obtenida.”
De la visibilidad a los resultados
“La experiencia nos permitió descubrir oportunidades de mejora y potenciar aspectos que antes pasaban desapercibidos”. El caso de Grues Padrosa, explicado por su director general Pere Padrosa, es paradigmático. Para muchas empresas, el impacto de ver publicada su historia se tradujo directamente en negocio. “Hemos recibido nuevos clientes que han contactado con nosotros después de haber leído nuestra historia en La Vanguardia”, explican desde Limpiezas Pim-Ter. En Ms&Mr Language, el efecto fue la consolidación de su prestigio: “Imprimimos el artículo y lo usamos como carta de presentación. Cuando buscan en Google siempre aparece nuestra publicación, y eso transmite fiabilidad para generar negocio”. El caso de Guerrero & Asociados es aún más claro: la aparición les permitió crecer más allá de Barcelona y captar clientes en toda España, reforzando su consolidación nacional. Sus responsables, con enorme orgullo, nos contaron que muchos clientes celebraron verlos en La Vanguardia. Porque en una época en la que la fiabilidad, el prestigio y la verdad están tan cuestionados, unir una pyme al legado de una cabecera histórica como La Vanguardia es, también, una forma poderosa de posicionarse en el mundo.
La emoción de sentirse reconocidos
Miles de personas leen cada uno de los artículos, y algunos alcanzan a decenas de miles de lectores de La Vanguardia. Pero más allá de las cifras, lo realmente valioso es cómo estas pequeñas grandes historias de superación y construcción de proyectos generan orgullo, inspiran y tocan la fibra.
Para Nonoca Pediatría, la experiencia fue un sueño cumplido: “Como lectora desde que era una cría, la emoción y el orgullo que me provoca es indescriptible”. En Life Transition, la huella fue aún más personal: “Aún hoy recibo correos de personas que se identifican con mi historia; son mails que alimentan el alma”. Y en Pomerol Legal Partners lo vivieron como una experiencia única: “Exponer nuestra historia en Empresas de Vanguardia humaniza la empresa y muestra quiénes somos realmente.”
Una comunidad en construcción
Empresas de Vanguardia no solo da voz a las pymes, también construye comunidad. Los workshops celebrados hasta ahora —sobre liderazgo, mitos sobre inteligencia artificial y casos prácticos de IA aplicada a pymes— han demostrado que nadie quiere quedarse al margen de la revolución tecnológica y social que ya está en marcha. En estos encuentros, las empresas se conocen, comparten experiencias y empiezan a tejer colaboraciones que trascienden la publicación inicial.
Otra muestra más de esta comunidad es la sección ‘Cartas del empresario’, un espacio exclusivo para los suscritores donde compartir sus retos, dificultades, experiencias y opiniones sobre el mundo empresarial. En esta línea, ya han nacido los foros de debate, donde se debatirán temáticas concretas como la presión fiscal, la burocracia o la retención de talento. Con todo esto, Empresas de Vanguardia da más visibilidad que nunca a la voz de los empresarios y a los problemas que afrontan las pymes hoy en día.
Lo mejor está por venir
Un año después del inicio de este camino, Empresas de Vanguardia apenas ha dado sus primeros pasos. Lo que nos espera es todavía más grande: nuevos workshops, más charlas de IA y liderazgo y un sinfín más de temáticas. Espacios pensados para que las empresas compartan, aprendan y crezcan juntas. Porque si algo nos han enseñado estos doce meses es que las pymes son el motor silencioso de nuestra economía, un tejido hecho de esfuerzo, sacrificio y talento que merece todo el reconocimiento. Y ahí, como lo ha hecho siempre en sus más de 140 años de historia, La Vanguardia estará a su lado: escuchando, acompañando y siendo altavoz de quienes día a día levantan este país con su trabajo.
Si eres una pyme, este es tu momento. Haz que tu historia inspire, conecte y transforme. Empresas de Vanguardia es mucho más que una iniciativa; es un espacio para que empresarios como tú lleguen más lejos. ¡Contáctanos y forma parte de esta comunidad!
