La reforma laboral, cuatro años después
CONSEJOS EMPRESARIALES
Radiografía de la contratación y el paro en España cuatro años después del cambio normativo

Cuatro años después de la reforma, los datos muestran cambios significativos en la temporalidad, la rotación y el paro registrado

Han pasado ya cuatro años desde la aprobación de la Reforma Laboral, el 28 de diciembre de 2021. Es momento de hacer balance y analizar los efectos reales que ha tenido sobre el mercado de trabajo. Los dos grandes éxitos que suelen atribuirse a la reforma son la reducción estadística de la temporalidad y del desempleo registrado. Pero, ¿hasta qué punto estas mejoras son efectivas en la práctica?
1. Temporalidad
La medida estrella de la reforma fue la reducción de la temporalidad. Para conseguirlo, se eliminaron contratos como el de obra y servicio, se restringieron los temporales por causas productivas y organizativas, y se fomentaron los contratos fijos discontinuos (FD).
Cuatro años después, los efectos estadísticos son evidentes:
Antes de la reforma, los contratos temporales representaban el 25,6% del mercado laboral. En el primer trimestre de 2025, esta cifra ha bajado al 15,1%. La reducción ha sido especialmente notable en el sector privado, donde la temporalidad ha pasado del 24,1% al 12,1%. En cambio, en el sector público el impacto ha sido mucho menor: del 31,2% al 28%.
Ahora bien, ¿esta reducción se ha traducido en mayor estabilidad laboral? Los datos apuntan en la dirección contraria: El porcentaje de contratos indefinidos que no superan el período de prueba ha aumentado drásticamente: antes de la reforma representaban el 15% del total, actualmente alcanzan el 70%.
Cada mes, más de 30.000 personas firman al menos dos contratos indefinidos, es decir, un contrato el 4 de septiembre y otro el 15. Antes de la reforma, esta cifra rara vez superaba las 2.000.
Se han firmado 4,39 millones de contratos fijos discontinuos en los últimos 24 meses (hasta junio de 2025), pero el número de personas afiliadas a la Seguridad Social con esta modalidad solo ha crecido en 11.000.
En definitiva, la temporalidad ha disminuido en las estadísticas, pero a costa de una mayor rotación de contratos indefinidos y del uso de los fijos discontinuos como sustitutos de los temporales.
2. Desempleo
Otro de los éxitos atribuidos a la reforma es la reducción del desempleo registrado: Hemos pasado de 3,1 millones de personas registradas como desempleadas a 2,4 millones.
Sin embargo, ha crecido la diferencia entre el desempleo registrado y el desempleo efectivo: Antes de la reforma, la diferencia era de 200.000 personas. En junio de 2025, ha llegado a 736.528.
Esta diferencia se explica porque el desempleo registrado solo contabiliza a las personas inscritas como demandantes de empleo, pero excluye a quienes están en ERTE o tienen contratos fijos discontinuos y se encuentran en periodos de inactividad. De hecho, si tomamos como referencia junio de 2025, el desempleo efectivo ha aumentado en más de 5.000 personas respecto al inicio de la reforma.
La reforma laboral ha sido un éxito desde el punto de vista estadístico, pero no ha resuelto los problemas estructurales del mercado laboral
Como vemos, la reforma laboral ha sido un éxito desde el punto de vista estadístico, pero no ha resuelto los problemas estructurales del mercado laboral. Cambiar los nombres no cambia la realidad. El mercado de trabajo tiene sus propias dinámicas, y hacen falta políticas que generen efectos más allá de la estadística
