Cartas del empresario

Emprender no es fácil

Inicié en este mundo empresarial a los 22 años y, ahora con 32 y siendo madre, me pregunto de dónde viene mi vena emprendedora. Al revisar mi árbol genealógico descubrí que mi abuela, con 14 hijos, ya era empresaria: tenía finca, animales y vendía café, huevos y cerdos.

Comenzamos en un despacho de 30 metros cuadrados pagando 175€ al mes, sin tener ahorros. No empecé sola, lo que fue ventaja y desventaja: compañía para compartir penas, pero reuniones para decidir hasta qué tinta comprar. Lo más duro era salir a buscar clientes, porque con 22 años nadie cree en ti.

El primer mes ganamos 50€, que gastamos en una comida. Aceptábamos todo tipo de clientes porque la experiencia aún no nos enseñaba a distinguirlos. En aquella pequeña oficina de noviembre de 2016 trabajamos sin parar, y hoy recuerdo con claridad cómo empezó todo.

Diana Catalina Caballero Aguirre, CEO y socio fundadora de M&C Abogados

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