Daem es una asesoría de empresas con más de 45 años de trayectoria que ha sido testigo de cómo muchas empresas, grandes y pequeñas, gestionan su contabilidad con una visión limitada. Fundada en 1977, ha evolucionado con el tiempo y, con el relevo generacional, ha incorporado tecnología y una apuesta más estratégica para ayudar a los empresarios a entender mejor sus números y tomar decisiones informadas.
A lo largo de los años, han detectado un problema recurrente: muchas empresas y autónomos consideran la contabilidad como un mero trámite burocrático, algo que deben cumplir para evitar problemas con Hacienda, pero sin sacarle el verdadero partido. “Muchos empresarios piensan que basta con enviar las facturas al gestor y olvidarse del tema. Pero la contabilidad no es solo un requisito legal, es una herramienta de gestión fundamental para la salud financiera de cualquier negocio”, explica Sergi Cornejo, director de operaciones y Co-Ceo de Daem.

Daem es una asesoría de empresas con más de 45 años de trayectoria que ha sido testigo de cómo muchas empresas, grandes y pequeñas, gestionan su contabilidad con una visión limitada
Uno de los errores más frecuentes es no llevar la contabilidad al día. “Nos hemos encontrado con empresas que desconocen su propia situación financiera porque no revisan sus cuentas hasta que surge un problema. Si no tienes información actualizada, ¿cómo vas a saber si un cliente te debe dinero desde hace meses o si has pagado dos veces a un proveedor?”, advierten. La falta de control sobre los números puede traducirse en pérdidas innecesarias y, en algunos casos, en graves dificultades económicas.
En el caso de los autónomos, el problema se agudiza aún más. “Tienen tendencia a intentar deducirse todos los gastos posibles sin asegurarse de que cumplen los requisitos. Luego llega Hacienda y empiezan los problemas”, explican. La clave está en aplicar el sentido común y mantener un control riguroso de los gastos. “No se trata de pagar menos impuestos a toda costa, sino de optimizar la fiscalidad dentro de la legalidad”.

“Nos hemos encontrado con empresas que desconocen su propia situación financiera porque no revisan sus cuentas hasta que surge un problema"
Además, la falta de planificación es otro de los grandes problemas. “Muchas veces nos llaman cuando el problema ya está creado. Un cliente me dijo una vez: ‘Compré un coche y no me avisaste de que podía incluirlo en la empresa’. A lo que yo le respondí: ‘¿Y cómo iba a avisarte si no me consultaste antes de comprarlo?’”. Para evitar este tipo de errores, recomiendan realizar reuniones periódicas con el asesor y no dejar la contabilidad en un segundo plano.
Otro aspecto clave que muchos empresarios no tienen en cuenta es que la contabilidad no solo sirve para cumplir con Hacienda, sino que es una herramienta para la toma de decisiones. “La salud financiera de una empresa es tan importante como la salud personal. Si no la cuidas, cuando llega una crisis —ya sea una pandemia, un cambio en el mercado o cualquier imprevisto— te pilla sin preparación”, explican desde Daem.

“No hace falta que los empresarios sean expertos en contabilidad, pero sí que tengan interés en entender sus números"
Para garantizar una buena gestión contable, recomiendan tres claves fundamentales: mantener la contabilidad al día, implicarse en la revisión de los números y consultar con el asesor antes de tomar decisiones financieras importantes. “No hace falta que los empresarios sean expertos en contabilidad, pero sí que tengan interés en entender sus números. Porque cuando la contabilidad se hace bien, deja de ser un simple trámite y se convierte en una herramienta para el crecimiento”, concluye.
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