Gisela Jorba ha conseguido algo que pocos logran: transformar una técnica de belleza en una auténtica forma de arte. Con una carrera que comenzó en el campo del maquillaje artístico, Jorba se especializó en micropigmentación, logrando que su nombre sea sinónimo de precisión, técnica avanzada y, sobre todo, realismo. Tras una época de constante aprendizaje, viajes internacionales y desafíos personales, se ha establecido como una de las artistas más reconocidas en esta disciplina, llevando sus conocimientos a otros profesionales a través de sus cursos online.
Todo comenzó cuando Jorba, fascinada por la fotografía y el vídeo, decidió estudiar Comunicación Audiovisual, aunque siempre sintió que su verdadera pasión iba por otro camino. “Hubiera estudiado Bellas Artes, pero las circunstancias no lo permitieron”, confiesa. Sin embargo, su camino encontró un giro inesperado hacia el maquillaje artístico. En el transcurso de su formación en este campo, descubrió la micropigmentación, una técnica que le ofrecía la posibilidad de crear un “maquillaje permanente”, algo que le abrió todo un abanico de oportunidades.

La pasión por el maquillaje artístico fue el paso previo a descubrir la micropigmentación
Pero al principio, la micropigmentación que encontraba era muy limitada. Las técnicas que se utilizaban no cumplían con sus expectativas de naturalidad y realismo. Frustrada por la falta de opciones, decidió embarcarse en un viaje de formación internacional, visitando lugares como Estados Unidos y Estonia. “Empecé a formarme fuera de España porque no quería quedarme atrás. Buscaba aprender técnicas que fueran realmente realistas, porque lo que me apasiona es conseguir resultados que simulen algo completamente natural”, explica Jorba.
El dominio de la técnica de las cejas hiperrealistas es uno de los aspectos que la distingue. Utilizando agujas extremadamente finas, Jorba es especialista en crear patrones que imitan la estructura y el flujo natural de los pelos de las cejas. Este trabajo, que en sus manos es casi una obra de arte, ha hecho que sus clientas se sientan más seguras de sí mismas, incluso en momentos difíciles. De hecho, muchas de sus pacientes son mujeres en tratamiento oncológico, para las que Jorba realiza la micropigmentación de cejas antes de que la quimioterapia las haga desaparecer. “Para ellas, la micropigmentación es una manera de recuperar una parte de su identidad. Las ayudo a sentirse menos vulnerables y más cómodas con su aspecto”, señala.

Antes y después de cejas hiperrealistas
Pero Gisela no se limita solo a las cejas. Desde el “efecto sombra” en los ojos, que simula un maquillaje suave y elegante, hasta los labios de efecto acuarela, donde se trabaja para recuperar el color y contorno de los labios, especialmente en personas que han perdido ese tono natural con el paso del tiempo o debido a cicatrices. “En el caso de los labios, el objetivo es devolverles un poco de vida, recuperando el perfil y ese color que se va perdiendo con los años”, explica.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Cuando abrió su centro de micropigmentación en 2019, justo antes de la pandemia, no imaginaba los desafíos que se avecinaban. “Empecé con muchas dudas y pocos clientes, pero siempre con la firme intención de seguir mejorando mis técnicas”, recuerda. Durante los primeros años, Jorba trabajó incansablemente, invirtiendo en formación continua para perfeccionar sus habilidades. “He hecho más de 50 cursos en micropigmentación”, cuenta. La pandemia, aunque frenó muchos negocios, no hizo más que fortalecer su determinación. “Fue un tiempo complicado, pero también una oportunidad para mejorar, innovar y acercarme más a mis clientes a través de las redes sociales y los cursos online”, añade.

Antes y después de labios de efecto acuarela
A día de hoy, Gisela Jorba no solo es una de las más reconocidas micropigmentadoras del sector, sino también una formadora influyente. “El formato online nos ha dado la oportunidad de llegar a más personas, sin importar el lugar donde estén”, comenta, destacando que la formación online ha sido una pieza clave en la expansión de su empresa.
Crecimiento explosivo
En poco tiempo, su estudio se ha vuelto tan popular que las fechas para citas están reservadas hasta varios meses de antelación. “No me esperaba este crecimiento tan rápido, pero todo ha sido el resultado de la constancia, el perfeccionamiento de las técnicas y la visibilidad que he ganado a través de las redes y mis ponencias a nivel nacional”, dice Jorba. La demanda de su trabajo es tal que, en su estudio, ya se ha comenzado a formar a nuevas micropigmentadoras para que puedan unirse al equipo y atender a la creciente clientela. “Es un paso necesario porque el volumen de trabajo ha aumentado mucho. Pero no me quita el miedo. Al principio tenía miedo de delegar, pero ya era hora de formar a alguien que pueda seguir mi ritmo”, comenta entre risas.
A pesar de su éxito, Jorba mantiene una visión humilde y comprometida con su labor. Más allá de los cursos, el verdadero motor que la impulsa es el deseo de seguir transformando vidas a través de su arte. “Cada tratamiento que hago tiene un impacto real en las personas. No solo cambiamos su aspecto, sino que les damos confianza. Y eso, para mí, es lo más importante”, concluye.
Más información
Web: https://giselajorba.com/
Teléfono: 622 422 158