Del concurso de acreedores a la Bolsa: así se reinventó esta farmacéutica española que opera en más de 110 mercados

Labiana

Con una firme apuesta por la innovación y la sostenibilidad, y tras seis décadas superando desafíos y reinventándose, Labiana continúa su expansión internacional y el desarrollo de soluciones farmacéuticas clave

Del concurso de acreedores a la Bolsa: así se reinventó esta farmacéutica española que opera en más de 110 mercados

Sandra Villagrasa, Directora General de Labiana

Con más de 60 años de historia, Labiana ha logrado convertirse en una de las principales empresas farmacéuticas españolas. Desde sus humildes comienzos como un negocio familiar en Barcelona, dedicado a la nutrición animal, hasta convertirse en una multinacional que opera en más de 110 mercados, la compañía ha evolucionado y se ha adaptado a las necesidades del sector, destacando especialmente en las áreas de salud animal y humana.

La transformación de Labiana no fue un camino fácil. A lo largo de su historia, la empresa ha enfrentado grandes retos, como la crisis económica de 2007, que casi la lleva al borde de la quiebra. Sin embargo, lo que distingue a Labiana es su capacidad para reinventarse. Hoy en día, la compañía es un ejemplo de resiliencia, que ha logrado adaptarse a los cambios del mercado sin perder su visión original: ofrecer soluciones innovadoras en salud, siempre con un compromiso con la sostenibilidad.

Del concurso de acreedores a la Bolsa: así se reinventó esta farmacéutica española que opera en más de 110 mercados

Con más de 60 años de historia, Labiana ha logrado convertirse en una de las principales empresas farmacéuticas españolas

En su constante búsqueda por evolucionar, Labiana adquirió en 2003 una planta en Barberá del Vallés, cerca de Barcelona, dedicada a la fabricación de medicamentos para humanos. Este movimiento marcó el inicio de su expansión en la división de salud humana, donde ha logrado consolidar productos de alto valor terapéutico, como la Fosfomicina Trometamol.

Este antibiótico, utilizado para tratar infecciones urinarias, se ha convertido en el producto insignia de la empresa en el sector de la salud humana. Según Sandra Villagrasa, Directora General de Labiana, “la Fosfomicina Trometamol es un claro ejemplo de nuestro compromiso con la innovación y de cómo, a partir de una visión estratégica, podemos aportar soluciones eficaces en áreas con una alta demanda”. No es casualidad que el tratamiento de infecciones urinarias haya sido el elegido; es un área crítica en la que aún existen muchas necesidades insatisfechas, y Labiana ha sabido aprovechar la oportunidad.

Pero Labiana no solo busca la excelencia en sus productos, sino también en sus procesos. En su planta de Terrassa, una de las pocas en España dedicadas a la fabricación de productos veterinarios, la compañía está implementando tecnologías innovadoras para mejorar la sostenibilidad de su producción. Como explica Villagrasa, “estamos comprometidos con la mejora continua, no solo en la calidad de nuestros medicamentos, sino también en cómo impactamos al medio ambiente”. La sostenibilidad, por tanto, no es solo un tema de productos, sino que está presente en todos los aspectos de su operación, desde el diseño de sus plantas hasta los procesos de fabricación.

La resiliencia que define a Labiana

A lo largo de los años, Labiana ha demostrado una notable capacidad de adaptación, tanto a nivel interno como en el mercado. En 2007, la crisis financiera llevó a la compañía a solicitar el concurso de acreedores, una situación que amenazó su continuidad. Sin embargo, tras años de esfuerzo y bajo una sólida dirección, Labiana logró superar esa etapa y salir reforzada. . Un momento clave en su recuperación fue en 2013, cuando los propios directivos llevaron a cabo un Management Buy Out (MBO). Esta decisión permitió a Labiana reorientar su futuro y dar un paso importante hacia su consolidación. “Probablemente el momento más difícil de Labiana fue en 2007, pero desde la salida formal del concurso de acreedores en 2016, hemos seguido adelante con nuestro plan estratégico”, comenta Villagrasa.

Del concurso de acreedores a la Bolsa: así se reinventó esta farmacéutica española que opera en más de 110 mercados

Actualmente, Labiana cuenta con dos plantas de fabricación en España, una dedicada a la salud humana y la otra a la veterinaria

Hoy, con dos plantas de fabricación en España, una dedicada a la salud humana y la otra a la veterinaria, Labiana ha conseguido convertirse en un referente en Contract Manufacturing (fabricación para terceros), trabajando con algunas de las principales multinacionales del sector, como Viatris o Boehringer Ingelheim Animal Health GmbH, con las que mantiene una relación de larga data.

Visión de futuro: expansión, nuevos productos y más innovación

Labiana continúa mirando al futuro con optimismo. Su salida a Bolsa en 2022 marcó un hito importante, convirtiéndose en el primer laboratorio veterinario español en hacerlo. Este movimiento no solo le ha dado visibilidad en el mercado, sino que también ha abierto nuevas oportunidades para expandir su presencia internacional.

En cuanto a su estrategia, la compañía se centra en fortalecer su división CDMO (Contract Development and Manufacturing Organization) y en seguir desarrollando su pipeline de productos propios. “Nuestro objetivo es seguir creciendo y lanzando productos que cubran las necesidades no satisfechas de la salud humana y veterinaria, y seguir mejorando nuestra capacidad de producción para estar preparados para los retos del futuro”, afirma Villagrasa. Aunque el camino de la compañía no ha sido fácil, su capacidad de adaptarse, innovar y mantenerse fiel a sus valores ha sido clave para su éxito.

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