Cuando todo parecía perdido para Carrera y Carrera, una de las casas de joyería más emblemáticas de España, con más de 130 años de historia, el grupo de consultoría Laduchi Consult asumió el desafío de devolver la vida a la marca. En una operación compleja y multifacética, el equipo con sede en Barcelona demostró que los valores de la tradición pueden combinarse con una estrategia moderna para revivir una leyenda.
En 2018, la situación era crítica. La empresa se declaró en concurso de acreedores: una gestión fallida y conflictos internos habían debilitado su rentabilidad. Una marca que había brillado en los mercados de China, Rusia, Oriente Medio y Estados Unidos se encontraba al borde de la desaparición, apenas cuatro años después de haber sido adquirida por un inversor ruso. Las colecciones se habían alejado del ADN de la casa, el marketing había perdido fuerza y el rico patrimonio cultural había sido relegado al olvido — junto con la confianza de sus clientes más fieles.
Cuando todo parecía perdido para Carrera y Carrera, una de las casas de joyería más icónicas de España, con más de 130 años de historia, Laduchi Consult asumió el reto de salvarla de la desaparición
En ese momento, uno de los antiguos distribuidores —profundo conocedor del poder de la marca en el pasado— se acercó a Laduchi Consult. Tras un análisis exhaustivo, Lado Sheroziia, CEO de Laduchi Consult, y su equipo concluyeron que no se debía salvar la empresa, sino la marca. Así comenzó un proceso de negociaciones que se extendió durante dos años con administradores concursales, abogados, distribuidores y un equipo clave de joyeros.
Reconstrucción precisa del legado
Se logró recuperar los derechos de la marca en 53 países, así como el control de sus redes sociales y activos de marketing. Un papel fundamental lo jugó la colaboración fluida con la administradora concursal Cristina Asencio. Con la propiedad intelectual ya asegurada, se inició una preparación estratégica, cuidadosa e integral para el relanzamiento de la marca.
El hito clave fue la adquisición de otra casa joyera histórica —Magerit— y la unión de sus diseñadores y artesanos únicos, lo que permitió devolver a las colecciones la calidad y el estilo auténtico. Se lanzaron dos centros de producción: uno en Ucrania y otro en Madrid, lo que permitió recuperar el control tanto creativo como técnico.
Tras analizar profundamente la situación, Lado Sheroziia y su equipo concluyeron que la única vía viable era separar la marca de la empresa en quiebra
Regreso a la escena internacional
En diciembre de 2021, con una estructura renovada, la marca fue vendida a un nuevo grupo de inversores, y Laduchi Consult realizó con éxito su salida. A pesar de la destrucción de la fábrica de Járkov durante la guerra, el proyecto se mantuvo firme. Hoy, Carrera y Carrera ha abierto su boutique insignia en Madrid, cuenta con presencia en Barcelona y Dubái, y está representada en todo el mundo, en los córners de los principales distribuidores y grandes almacenes de lujo.
Esta historia no trata solo de gestión de crisis. Es la prueba de que el respeto por la historia y el pensamiento estratégico no solo pueden salvar una marca, sino también devolverle su relevancia en el siglo XXI.
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