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“El mearse de la risa no debería ser normal, que se te escape el pipí es un problema y es necesario romper el silencio que lo rodea”

Owings

La incontinencia urinaria y fecal, alteraciones del suelo pélvico y cambios en la menopausia: el gran tabú de la salud íntima que afecta a muchas mujeres

Núria Borrell, directora de Owings

Miquel Muñoz

Owings, una empresa pionera en Barcelona, lleva desde 2017 luchando por romper uno de los grandes tabús de la salud: las disfunciones que afectan a nuestras necesidades fisiológicas. Problemas como la incontinencia urinaria y fecal, la sequedad vaginal o las secuelas derivadas de cirugías oncológicas afectan a miles de personas en silencio, generando vergüenza y estigma en una sociedad que aún convierte el “pipí-caca-culo-pedo” en motivo de chiste. Sin embargo, estos trastornos tienen solución y Owings se ha propuesto empoderar a sus pacientes, principalmente mujeres, para dejar de normalizar y evitar el sesgo de género.

Los pacientes se ven obligados a normalizar sus disfunciones porque los profesionales sanitarios no les han dado una solución

El 80% de las personas que acuden a Owings son mujeres, especialmente en edad de perimenopausia o menopausia. Muchas de ellas han normalizado sus disfunciones porque sus profesionales sanitarios les han dicho que “por la edad, ya es normal que se te escape el pipí”. Sin embargo, la incontinencia urinaria en mujeres puede ser tratable y curable en muchos casos. Esto genera frustración en las pacientes, que se preguntan por qué nadie les había informado antes de que su problema tenía solución.

El 80% de las pacientes son mujeres

Miquel Muñoz

Para dar respuesta a esta necesidad, en 2024 Owings creó OwingsLAB, enfocada en empoderar a las mujeres respecto a su salud íntima. Su objetivo es formar a las mujeres sobre su salud genital, sensibilizar a los profesionales sanitarios de que muchas disfunciones tienen tratamiento, y concienciar a la población general de que no hay que aceptar ciertos trastornos como normales. Este año, el proyecto recibió una subvención del Projecte Singulars financiado por del Departament de Treball de la Generalitat de Catalunya y por el Minsterio de Trabajo y Economía Social.

La directora de Owings, presidenta de OwingsLAB y enfermera de profesión, Núria Borrell, explica que todas estas alteraciones de las necesidades fisiológicas tienen un impacto enorme en la persona, a diferentes niveles: social, espiritual, laboral, familiar y, sobre todo, emocional. “Cuando se afecta a lo primario, también se altera lo emocional”, resume. Por eso, su logo es circular, representando cómo lo fisiológico repercute en todos los ámbitos de la salud.

Owings quiere normalizar temas que todavía son tabús

Miquel Muñoz

Gran estigma y tabú

Borrell lamenta el gran estigma y tabú que aún rodea a estos temas escatológicos. Mientras que enfermedades como el cáncer de mama o el VIH se han ido visibilizando gracias a famosos que han hablado abiertamente de ello, en el mundo de “las cacas” esto no ha ocurrido. Al contrario, se sigue utilizando con finalidad humorística. “Cuando hay una disfunción aquí, ¿qué haces? Si se van a reír de ti, ¿no? Porque si se te escapa la caca por la calle, ¿qué haces? Te llaman guarro, indecente, te etiquetan, pero nadie te ayuda”, denuncia.

El componente emocional en estos casos es decisivo, entrando en un círculo vicioso con la propia alteración fisiológica. La ansiedad, la preocupación, el insomnio, la irritabilidad o el sentimiento de soledad se retroalimentan con el trastorno orgánico. Por eso, desde Owings insisten en la importancia de un abordaje multidisciplinar, con profesionales como fisioterapeutas especializados en suelo pélvico, osteópatas, nutricionistas y psicólogos, además de cirujanos.

El equipo de Owings

Miquel Muñoz

Borrell señala que uno de los principales obstáculos es la falta de educación, profundamente marcada por una visión culpabilizadora hacia las mujeres. Muchas desconocen su propia anatomía genital, en gran parte porque es interna y porque nunca recibieron una formación adecuada al respecto. Esta desinformación no solo dificulta la detección temprana de alteraciones, sino que también perpetúa mitos perjudiciales que mantienen el silencio y el estigma.

Desde OwingsLAB esperan que, poco a poco, experiencias de sus pacientes contribuyan a visibilizar estos problemas de salud que afectan a tantas personas. De momento, en estos seis años, calculan que han atendido a unas 3.000 personas con una tasa de resolución del 80-90%. Quizás algún día, esos miles de personas que hoy sufren en silencio puedan hablar sin tapujos de una parte natural de su salud.

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