Matías Meneghin, agente inmobiliario: “En el centro de Barcelona no se prevén bajadas de precios a corto plazo”
Inmobiliaria
La inmobiliaria, nacida en el barrio de Gràcia, tiene la ambición de abrir nuevas sedes en la ciudad

Matias Meneghin, socio de la inmobiliaria Blaunex
Blaunex nació como un guiño al barrio que la vio crecer. De una pequeña oficina a una marca propia, la inmobiliaria ha convertido la cercanía en método: escuchar la calle, entender cada finca y acompañar a quien compra o vende en Barcelona con un servicio a medida. Su clave es el valor del detalle —la luz que entra, el silencio que se agradece, la comunidad que sostiene— y una conversación honesta que ordena decisiones sin prisas ni promesas huecas. Proximidad para mirar cada operación con lupa y oficio para llevarla a buen puerto: así se trabaja cuando el barrio va primero.
La primera oficina abrió en 1998 en el número 135 de Travessera de Gràcia como modelo de franquicia. En 2001 se incorporó Matías Meneghin y, en 2008, junto a su socio Marcelo Trejo, adquirieron el negocio para impulsarlo. En 2011 sumaron una segunda sede en Gran de Gràcia 262, reforzando un proyecto que crecía desde la proximidad y el conocimiento del territorio, y siempre sin dejar de lado Gràcia, el pilar de todo.

La pandemia fue un punto de inflexión. Tras años “cocinando” la decisión, la compañía abandonó el modelo franquiciado para operar como marca propia. “Queríamos hacer un traje a medida: adaptarnos al cliente y no obligar al cliente a adaptarse a nosotros”, resume Meneghin, socio y director de Blaunex. Ese paso permitió ampliar el radio de acción más allá de Gràcia y trabajar en toda Barcelona, manteniendo el trato cercano, el conocimiento de cada zona y el servicio personalizado. “Nuestro origen está en la calle, en escuchar y acompañar; eso no cambia cuando creces, se multiplica”, añade Marcelo Trejo, socio y responsable de la oficina de Gran de Gràcia.
Nuestro origen está en la calle, en escuchar y acompañar
A día de hoy, Blaunex ofrece intermediación en compraventa y alquiler de viviendas y locales en toda la ciudad. Al core del negocio —la intermediación— han sumado servicios de financiación, asesoramiento jurídico propio y administración de alquileres para propietarios que buscan delegar la gestión. La propuesta se articula como un servicio 360º que cubre desde la valoración y la estrategia de comercialización hasta la firma y el acompañamiento postventa.

La diferencia está en la combinación de dos palancas: la capilaridad de un equipo especialista por barrios y una metodología flexible diseñada en casa. “Trabajamos con equipos comerciales formados por nosotros, con foco en cada zona y con herramientas propias que nos permiten ajustar precio, demanda y tiempos de venta con mucha precisión”, explica Meneghin. En un mercado tan atomizado como el barcelonés, ese conocimiento de detalle —portales, fincas catalogadas, dinamismo de calle, flujos de demanda local e internacional— marca la diferencia entre poner un piso “a la venta” y venderlo en condiciones óptimas.
Otra ventaja competitiva es la capacidad de leer los ciclos. Tras el “efecto terraza” pospandemia (2021–2022), el equipo detectó un retorno progresivo a la ciudad consolidado desde hace un par de años. “La comodidad de vivir en Barcelona pesa bastante. Muchos que se fueron hace unos años valoran hoy el tiempo y la logística del día a día”, apunta Marcelo. En paralelo, reconocen que los precios en las zonas centrales se mantienen tensos, impulsados por la demanda y por un interés internacional que compara la capital catalana con otras grandes capitales europeas. “En el centro de Barcelona no se prevén bajadas de precios a corto plazo; sí que podríamos ver una demanda algo más cauta por los tipos, pero sin traslación inmediata a bajadas de precio”, alerta Meneghin.
Buscamos hacer trajes a medida para cada cliente
El plan a medio plazo de la inmobiliaria es crecer dentro de Barcelona. “No hay prisa por abrir; el criterio es hacerlo con las personas adecuadas y con un estándar de servicio homogéneo. Preferimos sumar talento que quiera liderar una oficina y compartir cultura. Abrir sin equipo preparado no es crecimiento, es ruido”, afirma Matías. En paralelo, la compañía seguirá invirtiendo en formación comercial, herramientas de valoración y procesos legales internos para ganar velocidad sin perder calidad.
En cuanto al mercado, Blaunex prevé una Barcelona de micromercados donde la clave no será adivinar el ciclo global, sino afinar el precio y el producto en cada calle. “Cada finca cuenta una historia: altura, luz, estado de la escalera, comunidad, elementos catalogados… Ese detalle determina la demanda y el precio real”, explica Marcelo. Por eso la empresa seguirá apostando por reportes de valoración comparables por manzana y por estrategias de lanzamiento que midan la absorción desde el primer día.
Lecciones de Vanguardia
Matías Meneghin, socio en Blaunex
“Las cosas no salen de un día para otro. Hay que trabajar mucho, formarse más y tomar decisiones con respeto, evaluando cada paso”.
“Rodéate bien. Un socio y equipos comprometidos multiplican la capacidad de ejecución. Además de escuchar al cliente, que es fundamental”.
