El estudio de Barcelona que se mantiene fiel al auténtico método Pilates clásico: “Aquí hacemos trajes a medida para cada cuerpo”
Pilates
Districte 7 Pilates combina sesiones individualizadas con la formación de futuros profesores

Laura González, fundadora de Districte 7 Pilates
Hay cuerpos que avisan en silencio. Cuerpos que un día, después de años sosteniendo ritmos imposibles, empiezan a pedir otro tipo de escucha. Eso fue lo que le ocurrió a Laura González cuando una lesión de espalda la obligó a detener una trayectoria entera dedicada al movimiento. Tras décadas impartiendo aeróbic, spinning y bodypump, entre otras clases, el dolor se volvió una frontera: “Trabajaba como podía, con dolor constante. Llega un momento en que el cuerpo va por delante y te dice ‘basta’ a gritos”, recuerda.
Ese parón forzado —cuatro años lejos de salas llenas, música alta y clases dirigidas— abrió una etapa inesperada. Lo que parecía el final de una trayectoria profesional acabó revelándose como una entrada a algo distinto. En ese margen de silencio apareció el pilates en su vida: primero como tabla de salvación, después como proceso de recuperación y, finalmente, como una nueva manera de comprender el cuerpo. “Gracias al pilates pude volver a mi vocación”, explica.

Aquel retorno pausado y casi íntimo acabó convirtiéndose, años más tarde, en el origen de Districte 7 Pilates: un estudio ubicado en el barrio del Guinardó de Barcelona que no nace de una moda, sino de una convicción. La convicción de que el método clásico —el auténtico, el de las sesiones individuales, el que construye el movimiento paso a paso— continúa siendo insustituible en un mercado saturado de versiones exprés.
El siguiente paso llegó de forma natural, casi sin estridencias, después de años trabajando para otros estudios. Laura sabía exactamente qué tipo de centro abriría si algún día daba el salto: un lugar donde el método original de Joseph Pilates se respetara sin prisas, sin atajos y sin la presión de llenar salas. No faltaba visión, sino el impulso final para dar el paso. “Salir de la zona de confort siempre da vértigo”, admite. Pero entonces apareció un local, uno de esos espacios que se sienten como una señal, y esa señal se convirtió en Districte 7 Pilates.
Salir de la zona de confort siempre da vértigo, pero te hace crecer
Lo que empezó con dos compañeras y un horario ajustado es hoy un estudio que reúne a ocho profesores certificados, formados durante año y medio y con una misma premisa: cada cuerpo tiene su propio mapa. Cada persona, su historia. Y cada clase, su estructura. “Aquí hacemos trajes a medida”, resume Laura. La metáfora no es un recurso literario; es la base del método.
En un momento en el que el pilates se ha convertido en una etiqueta para casi cualquier actividad sobre una máquina, Districte 7 Pilates se desmarca reivindicando la esencia original: sesiones individuales, observación detallada del movimiento y una construcción progresiva que respeta los ritmos del cuerpo.
“Mientras el alumno se mueve, el profesor lee su cuerpo”, explica. Un pequeño gesto, una cadera que rota más de lo que debería, un hombro que se eleva sin querer… Todo sirve para detectar qué necesita esa persona y cómo debe plantearse la sesión. No hay coreografías ni listas de ejercicios predefinidas. No existe el “hoy toca glúteo”. Lo que existe es un diálogo entre lo que el cuerpo pide y lo que el profesional interpreta.

Por eso una sola sesión a la semana puede ser suficiente cuando la persona hace otras actividades. El enfoque no es quemar calorías ni modelar músculo, sino equilibrar. “El exceso es tan perjudicial como la carencia. El sobreentrenamiento también es una causa de lesión”, recuerda Laura. Allí se trabaja para reequilibrar, no para rendir.
El exceso es tan perjudicial como la carencia. El sobreentrenamiento también es una causa de lesión
La variedad de perfiles que llegan al estudio lo demuestra, desde personas con lumbalgias persistentes, mayores que necesitan una guía precisa, deportistas profesionales que buscan compensar asimetrías o incluso profesores interesados en recibir clases como alumnos. Todos encuentran un espacio donde se prioriza el movimiento seguro y bien construido. Y para muchos, eso es un descubrimiento.
La otra gran particularidad del proyecto es la apuesta por la formación. Districte 7 Pilates es también un punto de contacto para alumnos que quieren certificarse en el método clásico, en colaboración con la Escuela Española de Auténtico Pilates, con sede en Barcelona.
Lejos de los cursos rápidos, aquí el proceso dura alrededor de un año y medio e incluye trabajo con todas las máquinas, niveles y progresiones. Diez manuales que abordan desde la biomecánica del movimiento hasta casos patológicos y formas de adaptación. “No solo enseñamos ejercicios; enseñamos a construir movimiento”, insiste Laura.

Un profesor recién certificado puede empezar con casos simples, pero su evolución depende de ver cuerpos reales, equivocarse, ajustar, observar de nuevo y hacerlo siempre acompañado. Esa combinación de rigor y experiencia práctica es lo que, según Laura, marca la diferencia entre “dar una clase” y “saber enseñar”.
La demanda del mercado, sin embargo, ha generado un desfase. Muchos estudian durante año y medio para certificarse y luego solo encuentran ofertas para impartir clases de grupo. Por eso, abrir nuevas vías de práctica real —más estudios, más espacios de observación, más oportunidades laborales— está en los planes de Laura. “Queremos ofrecer más ventanas para que los nuevos profesores puedan ejercer el pilates que realmente han aprendido”, explica.
A medio plazo, el objetivo de Laura no es crecer por crecer. Tampoco diluir el método para ganar volumen. Su ambición es otra: consolidar el modelo, abrir quizá un segundo espacio, fortalecer la relación con la escuela de formación y seguir siendo un estudio donde cada persona recibe exactamente lo que necesita, sin atajos ni versiones simplificadas.
“Queremos que quien venga aquí sepa exactamente qué hará y por qué. No trabajaremos en grupo. No cambiaremos el sistema. El movimiento se construye paso a paso”, acaba.
Lecciones de Vanguardia
“Si tienes claro lo que ofreces y confías en tu servicio, tienes que tirar hacia adelante. El miedo paraliza”.
“Emprender no es fácil, pero te hace crecer”.
