Bebé utiliza pañales 6.000 con un costo de 2.000 euros; Poo Tras, con sede en Barcelona, ha desarrollado un sistema reutilizable con el fin de reducir gastos.
Natalidad
Poo Tras ofrece una opción económica y ecológica en lugar de los pañales de un solo uso, destacando su fabricación, confort y resistencia.

Ainara and Sara, the pair responsible for Poo Tras, the label that emerged from their personal journeys as mothers
Al descubrir que estaba esperando un hijo, Ainara Fernández no contemplaba iniciar un negocio, ni mucho menos considerar aspectos como proveedores, diseños o tácticas. No obstante, en medio de noches de insomnio y cambios hormonales, una idea comenzó a formarse en su mente. Basándose en lo que oía a su alrededor —“prepárate para comprar pañales, prepárate para gastarte un dineral”—, reflexionó: si he utilizado copas menstruales y braguitas reutilizables durante años, ¿por qué debería ponerle a mi bebé un pañal de plástico?
Ainara conveyed that thought to Sara, her partner, and together they began to envision a viable alternative. From that discussion, and with the daily inspiration of their son Hulu, Poo Tras was created, a family brand aiming to alter our perceptions of parenting and consumption.
Hace dos años, Ainara y Sara experimentaron por primera vez con pañales de tela, disfrutando tanto la vivencia que se deshicieron de los desechables que poseían. Desde ese momento, concibieron la idea de fabricar sus propios pañales. En 2023, mientras atendían a sus bebés y realizaban la colada, iniciaron la creación de los primeros patrones y la evaluación de tejidos hasta lograr un diseño distintivo. “Sabía que quería algo visualmente atractivo y con identidad, donde se hablara de la caca de manera divertida”, detalla.

Pañales que se adaptan al crecimiento del bebé
Poo Poo Tras apuesta por un modelo evolutivo, un pañal ajustable que puede usarse desde los primeros meses hasta que el niño aprende a ir al orinal. “Nuestro pañal dura toda la etapa preorinal, incluso para un segundo bebé si los cuidas bien. Puedes usarlo con un segundo hijo o pasarlo a otra familia”, explica la emprendedora. En términos medioambientales, la diferencia es clara. Un bebé usa unos 6.000 pañales desechables, lo que supone cerca de 1 tonelada de residuos plásticos y un proceso de degradación que puede superar los 500 años. El pañal de Poo Poo Tras está pensado para durar y, además, cuidar la piel del bebé con tejidos hipoalergénicos y transpirables, testados por OEKO-TEX. Son impermeables gracias a una capa exterior elaborada con botellas de plástico recicladas y tejidos específicos para evitar irritaciones
Además de su repercusión ecológica, la firma destaca por su apariencia vibrante, lúdica y apta para todos los géneros. “Queríamos salir del rosa y el azul, de los tonos pastel y del beige de siempre. Así que hicimos diseños molones para bebés molones”, comenta la fundadora entre carcajadas. Las creaciones —siete opciones con estampados y tres en tonos sólidos— se actualizan anualmente con el apoyo de eleyuve, una agencia de diseño de marcas establecida por dos progenitoras que comprendían a la perfección la rutina de cambiar pañales, sumado a que una de ellas empleaba los lavables. “Yo no sabía de diseño ni de branding. Ellas entendieron lo que quería transmitir y lo convirtieron en una marca con personalidad”.
Poo Tras ha experimentado un rápido crecimiento impulsado por su canal en línea, la presencia en redes sociales y la venta directa en exposiciones. “No tenía ni idea de SEO, ni de Instagram, ni de e-commerce. Antes trabajaba como mediadora comunicativa. He aprendido desde cero”, admite. Actualmente, sus productos se comercializan a través de su sitio web y se distribuyen en farmacias y establecimientos para bebés, además de su participación constante en eventos como Exponadó. “Nos encanta porque allí las familias pueden ver los pañales, tocarlos, entender cómo funcionan. Cuando los prueban, ya no vuelven atrás”, señala.
Un lactante emplea aproximadamente 6.000 pañales de un solo uso, lo que equivale a una tonelada de plástico y un tiempo de descomposición que puede extenderse por medio milenio.
La clientela es diversa, abarcando desde hogares ecologistas hasta aquellos que priorizan la practicidad y el ahorro. “Las más eco lo tienen claro. Luego están las que llegan por irritaciones o por curiosidad y acaban repitiendo. Y las que combinan reutilizables con desechables, que es algo que recomendamos mucho”, señala Fernández. Adicionalmente, el costo es un elemento importante. Un niño puede llegar a gastar cerca de 2.000 euros en pañales de un solo uso durante sus primeros dos años de existencia. “Cuando las familias van por el segundo hijo y hacen las cuentas, muchas deciden probar con los reutilizables. Es una inversión inicial, pero se amortiza muy rápido”, detalla.

Su objetivo a medio plazo consiste en afianzar la marca en territorio español, acceder a grandes superficies comerciales y extenderse a otras naciones europeas donde la utilización de pañales de tela se encuentra más arraigada, tales como Noruega, Alemania o Suecia. “En las ferias aún hay gente que nos pregunta qué es un pañal reutilizable. Mi objetivo es que en cinco años, cuando alguien se quede embarazada, ya sepa que existe esta alternativa. Que no suene a algo raro”.
Lecciones de Vanguardia
“El mejor consejo que puedo dar es que las personas sigan su instinto y no se dejen arrastrar por lo que los demás opinan. Nadie conoce mejor tu idea que tú”.
