Iker Azcona, fundador de una tienda de personalización en Pamplona: “Me fui a Londres sin hablar inglés y volví 8 años después como emprendedor”
Garabato
Una tienda que convierte la personalización en experiencia y que envía pedidos a cualquier parte del mundo

Iker Azcona, fundador de Garabato
Garabato nace de una mezcla de herencia, aprendizaje y visión propia. Iker Azcona creció literalmente entre máquinas y tintas, viendo cómo su padre levantaba un negocio de impresión que, con el paso de los años, se fue adaptando a los cambios del mercado. Él lo vivió desde dentro: los veranos pasaban entre encargos, las tardes entre pruebas técnicas y los fines de semana entre tintas, presión y artes gráficas. Con ese bagaje, y con ocho años de experiencia profesional en Reino Unido a sus espaldas, un día decidió que era el momento de crear algo propio y volver a casa. “Me fui sin saber prácticamente inglés ahora estoy modernizando el negocio de mi padre, pero dándole la visión que siempre había tenido”, explica Azcona, fundador de Garabato.
Estoy modernizando el negocio de mi padre, pero dándole la visión que siempre había tenido”
Su padre sigue presente como asesor, especialmente en todo lo que tiene que ver con la parte más técnica, porque fue él quien le enseñó desde niño cómo funcionaba cada máquina y cada proceso. Pero la nueva etapa lleva un sello completamente personal, más cercano al cliente y más orientado a la experiencia. “Mi padre me guía en lo técnico, pero la idea del negocio la estoy construyendo yo”, afirma Azcona. Con esta premisa abrió en julio una tienda física en Pamplona que no solo imprime: permite ver en directo cómo se hace cada producto.

Tras ocho años viviendo en Reino Unido, donde trabajó en marketing y donde conoció a su actual mujer, Kamila Smyk, hoy su socia y compañera de proyecto, decidió volver a España para empezar una nueva vida. Él mismo define esa década en tierras británicas como su “sueño americano en tierra inglesa”, porque fue allí donde descubrió que el trabajo duro abre puertas y donde comprendió que, si emprendía en España, debía hacerlo con un concepto claro: facilidad, inmediatez y cercanía.
En la tienda podemos hacer una camiseta en cinco minutos”
Con esa filosofía nació Garabato, una tienda que permite personalizar desde una sola unidad y que convierte la rapidez en su principal valor. “En la tienda podemos hacer una camiseta en cinco minutos si hay stock”, cuenta Azcona, que defiende que esa agilidad ha sido una de las claves del crecimiento inicial. La otra clave llegó casi por sorpresa: el verano y las fiestas de los pueblos. “Empezamos en julio y tuvimos un boom increíble con las camisetas de fiestas. Pueblos enteros nos hacían pedidos cada día”, recuerda. Pero no solo fiestas, sino también despedidas de soltero, bodas, grupos de música, regalos de empresa y regalos en general ocupan el día a día de esta compañía. Ese arranque, por eso, marcó el ritmo de una empresa que hoy realiza envíos a toda España y también a países como Polonia, Reino Unido, Australia o Nepal.

La variedad de productos que pueden personalizar es prácticamente ilimitada: camisetas, tazas, sudaderas, artículos publicitarios, bolígrafos, trajes completos para obras de teatro, ropa interior e incluso pelotas de goma enviadas hasta Nepal. Lo que para muchos sería un catálogo imposible, para ellos es una oportunidad. “Cualquier cosa que quieras se puede personalizar”, defiende Azcona, que asegura que la creatividad del cliente nunca deja de sorprenderle. La empresa trabaja tanto con diseños propios como con ideas que los clientes llevan de forma improvisada en una servilleta. “La gente puede venir con su diseño o con un concepto, y nosotros lo hacemos realidad”, añade.
La gente puede venir con su diseño o con un concepto, y nosotros lo hacemos realidad”
El futuro del proyecto pasa ahora por dos líneas claras. La primera, potenciar su plataforma online y convertirla en un canal fuerte, fiable y rápido para que cualquier persona, viva donde viva, pueda recibir su producto personalizado sin complicaciones. La segunda, abrir un segundo local o una nave dedicada exclusivamente a la exportación y gestión de pedidos online. La tienda actual quiere mantenerla como un espacio de experiencia, un lugar donde ver las máquinas en acción, como si se tratara de una cocina abierta donde el cliente observa cómo se prepara su pedido. “Quiero que sea algo cercano, artesanal, que el cliente vea el proceso”, explica Azcona.
Otra de las apuestas de Garabato está en la impresión bajo demanda, un servicio pensado para artistas, diseñadores o grupos de música que quieren vender camisetas sin asumir el riesgo de comprar grandes cantidades. La idea es simple: se imprime solo lo que se vende. “Estamos dando la oportunidad de avanzar sin riesgo económico”, explica Azcona, que conoce bien el problema de los stocks acumulados. Su propuesta permite que un artista pueda vender 20, 50 o 100 camisetas sin hacer ninguna inversión previa. “Se trata de ayudar a que la gente pueda crecer”, añade.

Ese espíritu de apoyo a emprendedores jóvenes se nota en el día a día. Azcona explica que suele regalar camisetas a diseñadores o creadores para que tengan contenido con el que promocionarse. “Si eres joven y lo intentas pero nadie te ayuda, se te quitan las ganas. Yo quiero dar oportunidades, igual que me las dieron a mí”, afirma. Para él, el negocio no es solo un proyecto empresarial, sino un modo de demostrar que se puede emprender desde una esencia artesanal, humana y cercana, incluso en un sector tan digitalizado.
Con una tienda recién abierta, un equipo que va creciendo y una visión clara de futuro, Garabato se presenta como una empresa que mezcla tradición y modernidad, herencia y marketing, artesanía y tecnología. Y, sobre todo, la convicción de que cualquier objeto —por simple que sea— puede convertirse en algo único.
Lecciones de Vanguardia
Iker Azcona, fundador de Garabato
“No pierdas las ganas ni la ilusión. Aprende de los errores, rodéate de quienes te sumen y confía en tus instintos. Cada paso cuenta y la constancia siempre da frutos. Nunca es tarde para empezar. Crea, apuesta por tus ideas y avanza con paciencia. Lo que construyes con tu esfuerzo y corazón siempre vale la pena”.
