El cielo de Kiev se enciende con la luz de una explosión: un dron ruso impacta en plena noche, dejando edificios dañados y el miedo flotando en el aire. A pesar del conflicto, Rusia y Ucrania dan un paso hacia la esperanza con el mayor intercambio de prisioneros desde que comenzó la guerra.
Muy lejos de allí, en Dubái, la arena brilla bajo los reflectores mientras las familias buscan alivio en la playa. Es 23 de mayo y los termómetros marcan un récord histórico: 50,4 °C. También en Pakistán, los niños se lanzan a un canal para escapar del calor sofocante, riendo y chapoteando como si el verano no tuviera fin.
En Saná, capital de Yemen, las calles se llenan de voces y pancartas. La gente protesta en apoyo a Palestina, alzando sus manos y sus palabras contra la injusticia. En Gaza, mientras tanto, familias enteras hacen fila para recibir un plato de comida caliente en una cocina comunitaria.
En Australia, un hombre sonríe mientras se toma una selfi junto a un avión militar en un espectáculo aéreo rural. En Estados Unidos, jóvenes cadetes celebran su graduación en West Point, mientras en Ohio las banderas ondean junto a las tumbas de veteranos, en vísperas del Día de los Caídos.
En el Vaticano, el Papa León XIV saluda a un grupo de monjas con una sonrisa serena. En Brasil, un visitante contempla en silencio las poderosas imágenes de la mina de oro Serra Pelada, capturadas por el legendario fotógrafo Sebastião Salgado, quien fallece a los 81 años.
En Córdoba, la Feria de Nuestra Señora de la Salud arranca con alegría, música y color. Y en la sierra de Arana, cerca de Granada, una joven hembra de lince ibérico da sus primeros pasos en libertad, como símbolo de esperanza para una especie que lucha por sobrevivir.






























