Festival 'Guru Purnima', hutíes contra EEUU, encierro de los Sanfermines y otras imágenes del día.

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Caos y Resistencia: Un viaje por las fronteras del conflicto y la esperanza global

En un mundo convulso, los ecos de la guerra resonaban en Bat Yam, Israel, donde vehículos de construcción demolían un edificio, cicatriz de un misil iraní en la reciente guerra de 12 días. Mientras tanto, en Deir al-Balah, Franja de Gaza, la desolación se palpaba en el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, donde una mujer palestina consolaba a un niño, víctimas de un ataque israelí. Cerca, en el campo de refugiados de Bureij, un niño tiraba de un caballo, pasando junto a la ruina, testimonio mudo de la devastación.

Lejos de allí, en el puerto de Lavrio, Grecia, los migrantes, con la esperanza en sus ojos, permanecían tras una valla, reunidos por la guardia costera. En Saná, Yemen, los partidarios hutíes clamaban consignas en una manifestación semanal contra Estados Unidos e Israel, un grito de resistencia en medio del conflicto.

La naturaleza también mostraba su poder: en Lahore, Pakistán, una persona caminaba por una carretera inundada por las lluvias monzónicas. La espiritualidad ofrecía un respiro en Bangalore, India, donde un monje budista oraba en el festival 'Guru Purnima'.

El arte y la cultura florecían en la Semana de la Moda de París, con los diseños de Viktor Horsting y Rolf Snoeren. La resiliencia se veía en Kiev, donde un bombero extinguía un incendio tras un ataque ruso. En Hsinchu, Taiwán, un soldado se erguía ante tanques M1A2T Abrams, símbolo de preparación.

La tradición se vivía en Pamplona, donde un mozo se encomendaba a San Fermín antes del encierro de 2025. El deporte se desplegaba en el Campeonato Amundi Evian 2025 con Mao Saigo de Japón, y en el Tour de Francia, con un aficionado luciendo su gorra ciclista.

La diplomacia unía continentes: el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibía a Prabowo Subianto de Indonesia. La vida cotidiana seguía su curso en Moscú, con una mujer capturando un momento soleado. La conexión humana trascendía fronteras, como Molly Swindall, de 30 años, viajando desde Estados Unidos para encontrarse con Moo Deng, el hipopótamo pigmeo viral. Finalmente, la belleza se elevaba en el European Balloon Festival en Igualada, Barcelona, con casi 50 globos aerostáticos surcando el cielo.

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