Desde 1945, el 6 de agosto se ha convertido en un día de reflexión tras el bombardeo atómico que devastó las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Como efeméride, miles de personas participaron en una solemne ceremonia con linternas flotantes para conmemorar el 80.º aniversario de aquel ataque nuclear, un evento que transformó la historia mundial y dejó una huella imborrable sobre el impacto de la guerra nuclear. El recuerdo no se limita a Japón; tal como muestra la fotografía que ilustra la fotogalería de hoy, ciudades como Mumbai también se suman a los mensajes de paz en esta fecha tan señalada.
Mientras tanto, en el suroeste de Francia, un incendio forestal de gran magnitud ha arrasado más de 11,000 hectáreas, dejando víctimas y movilizando a miles de bomberos que luchan contra las llamas, en lo que ya se considera el peor incendio forestal del verano europeo.
En el terreno político, la jornada está cargada de acontecimientos relevantes. En Polonia, el nuevo presidente Karol Nawrocki, con una agenda nacionalista y afín a Donald Trump, promete confrontar al actual gobierno proeuropeo, anticipando una etapa de intensas disputas internas. En Rumanía, se despide al expresidente Ion Iliescu, figura clave en la transición postcomunista, cuya herencia sigue generando debates sobre el pasado reciente del país.
Un día más, no faltan las imágenes desde Jerusalén, donde una excavadora israelí derriba una vivienda en el pueblo palestino de Dar Salah, en la zona C de Cisjordania, territorio bajo control total de Israel según los Acuerdos de Oslo de 1995. Imágenes que evidencian las contradicciones de nuestro mundo: mientras en un lugar se honra la memoria de quienes perdieron la vida, en otro se sigue empujando a su gente hacia un futuro desolador.