Recordando el 11-S en Estados Unidos, un concurso canino y más imágenes del día

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Un día marcado por la memoria, la unión y las tradiciones

En Nueva York, las siluetas de personas se recortan contra el cielo mientras el imponente One World Trade Center se alza al fondo. Es una escena solemne: una ceremonia conmemora el 24º aniversario de los atentados del 11 de septiembre. El ambiente está cargado de respeto y recuerdo, un momento para honrar a quienes perdieron la vida y reflexionar sobre la resiliencia de una ciudad que nunca se rindió.

A miles de kilómetros, en Doha, el dolor también se hace presente. Personas se reúnen para despedir a las víctimas de un ataque israelí. El funeral, cargado de emoción, refleja el sufrimiento de una comunidad que busca consuelo en medio de la tragedia.

En Kiev, la esperanza se abre paso entre la tensión. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, estrecha la mano de su homólogo finlandés, Alexander Stubb, durante una rueda de prensa conjunta. En medio del conflicto con Rusia, este gesto simboliza el apoyo internacional y la búsqueda de alianzas para resistir.

Mientras tanto, en Nepal, la espiritualidad y la cultura brillan con fuerza. Un miembro del ejército vigila mientras la gente celebra el último día del festival Indra Jatra. Es un momento de devoción, donde se honra a las deidades y se marca el fin de la temporada de monzones con rituales ancestrales.

En Cataluña, la Diada del 11 de septiembre se vive con solemnidad. Frente a la estatua de Rafel Casanova, instituciones políticas y sociales depositan flores en señal de homenaje. Es un acto cargado de simbolismo, que recuerda la historia y reafirma la identidad de un pueblo.

En el Reino Unido, la escena cambia a una más ligera y entrañable. La parlamentaria Sarah Edwards no puede evitar reaccionar con sorpresa y alegría cuando su perro Keeshond, llamado Poykee, salta del podio tras ganar el primer lugar en la competencia “Perro del Año” de Westminster. Un momento que mezcla política y ternura.

Finalmente, en los Alpes bávaros, la tradición se pone en marcha. Pastores vestidos con trajes típicos guían a sus vacas desde los pastos de verano en la clásica manada de final de temporada. Es una imagen pintoresca que celebra la conexión entre el ser humano y la naturaleza, y que marca el cambio de estación con alegría y orgullo.

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