En Barcelona, el joven prodigio del fútbol, Lamine Yamal, fue uno de los protagonistas en un momento histórico: la reapertura parcial del Camp Nou, aún en obras, donde más de 21.000 espectadores presenciaron un entrenamiento de la primera plantilla del FC Barcelona. Fue un gesto simbólico que conectó el futuro del club con su afición, en medio de la transformación de su estadio.
A miles de kilómetros, en Ucrania, la guerra dejó una imagen profundamente conmovedora. Soldados ucranianos cargaban el ataúd de su compañero, Kostiantyn Huzenko, un fotógrafo documental de solo 28 años, caído en combate. Personas se arrodillaban en señal de respeto, en un momento que mezclaba dolor, homenaje y la crudeza del conflicto.
En Moscú, la historia se hizo presente en la Plaza Roja, donde ciudadanos asistieron a una exposición que conmemoraba el desfile militar de 1941. Aquel evento, en plena Segunda Guerra Mundial, marcó la marcha de soldados soviéticos hacia el frente, celebrando la Revolución Bolchevique de 1917. Una imagen cargada de memoria y simbolismo.
En la región francesa de Grand Est, la naturaleza mostró su fragilidad. Grullas migratorias volaban al atardecer sobre el lago de Chantecoq, mientras un brote de gripe aviar amenazaba su paso. La belleza del vuelo contrastaba con la preocupación por la salud de estas aves.
En Nueva York, el arte y el lujo se encontraron en una pieza insólita: la obra “America” de Maurizio Cattelan, un inodoro de oro macizo de 18 quilates, fue exhibida en la nueva sede de Sotheby’s. Más que una escultura, una provocación que mezcla lo cotidiano con lo extravagante.
Finalmente, en Ginebra, un miembro del personal de Christie's presentó una joya única: “El Azul Mellon”, un diamante azul intenso de 9,51 quilates. Su brillo deslumbrante anticipa una subasta que promete ser histórica.





















