El magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch no se ha salido con la suya, de momento. El patriarca del clan, de 93 años, había urdido un plan para que a su muerte fuera su hijo mayor, Lachlan, el único que sigue su estela política ultraconservadora y hoy ya al frente de la gestión del grupo, quien controlara en solitario ese imperio mediático que incluye medios como Fox News, el Wall Street Journal, el diario británico The Times, los tabloides The Sun y New York Post y los canales Fox News y Sky News, entre otros. Ahora la justicia frena esta operación.
El fideicomiso familiar establecía que el poder debía repartirse equitativamente entre sus cuatro hijos mayores y que sólo podía cambiarse si se hacía desde la buena fe y para asegurar el bien común. El magistrado de Reno (Nevada) que lleva el caso ha considerado que Rupert y Lachlan Murdoch habían actuado “de mala fe” para modificar ese fideicomiso irrevocable y que habían urdido “una farsa cuidadosamente elaborada” para “consolidar de manera permanente los “roles ejecutivos” del hijo predilecto dentro de uno de los imperios mediáticos más influyentes de la política de Estados Unidos, según ha informado The New York Times .
 
            Rupert Murdoch con su hijo Lachlan en una imagen del 2015
Por ahora, la familia está condenada a entenderse. Rupert y Lachlan estaban maniobrando para dejar fuera del negocio a los otros tres hermanos, James, Prudence y Elisabeth, de ideología más moderada. En un fallo de 96 páginas, el comisionado de sucesiones de Nevada, Edmund J. Gorman Jr., desmonta la idea de que crear una dirección colegiada entre los cuatro hermanos sea contraproducente para el negocio. El fallo, aún no definitivo, recomienda anular las modificaciones y recalca que tanto el padre como su hijo mayor no habían considerado “los impactos que tal control tendría sobre las compañías o los beneficiarios” del fideicomiso familiar. Ahora, un juez de distrito deberá ratificar o rechazar la recomendación.
Rupert y Lachlan Murdoch están decepcionados con el fallo y tienen la intención de apelar, según ha contado su abogado al 'The New York Times'
Adam Streisand, abogado de Murdoch y Lachlan, ha asegurado que sus clientes están decepcionados con el fallo y tienen la intención de apelar, según ha informado el periódico neoyorquino.
La guerra de los Murdoch arrancó en septiembre en el tribunal de Reno, una de las cortes más privadas que existen, donde se rubricó en su día el fideicomiso que ahora pretenden cambiar. Dicho contrato se creó a finales de los años noventa principalmente para dar control equitativo sobre sus negocios a sus cuatro hijos mayores. Murdoch pretendía bloquear cualquier interferencia de los tres hermanos más moderados políticamente en la vasta colección de periódicos y televisiones que tiene la familia y preservar la tendencia editorial conservadora establecida por su padre, y que quiere continuar Lachlan.
 
            Rupert Murdoch con sus hijos Lachlan y James el día de su boda con Jerry Hall
Murdoch, casado cinco veces –la última en junio, con Elena Zhukova–, contrajo matrimonio por primera vez en 1956 con Patricia Booker, con quien tuvo a Prudence. Más tarde, en 1967, llegó su boda con la periodista Anna Torv, cuya relación se terminó en 1999. Con ella tuvo tres hijos: Elizabeth, Lachlan y James. Posteriormente, se casó con la ejecutiva de medios Wendi Deng, con quien tuvo dos niñas: Chloe y Grace, y de quien se divorció en el 2013. Grace y Chloe comparten el mismo acuerdo financiero que sus otros hermanos, pero carecen de voto en la junta.

 
            