Laura Ponte es una de las modelos españolas más reconocidas de los noventa y de las más discretas en cuanto a su vida personal se refiere. Retirada del mundo de las pasarelas y dedicada de lleno a su faceta como diseñadora de trajes de boda y joyas, la gallega ha querido abrir las puertas de su intimidad en el programa de entrevistas dirigido por Jenaro Castro, ‘Plano General’.
Ponte ha confesado al presentador que “la belleza viene de la tranquilidad” y que nunca se sintió del todo satisfecha con su carrera en las pasarelas. “Nunca me ha gustado la pasarela. Me cuesta mucho la distancia. A mí me gusta trabajar con equipos pequeños, conocer a la gente con la que trabajo, sentir que es un trabajo en familia, y el desfile siempre me ha parecido muy frío, como más objeto, y lo otro es más emoción, me divierte más”, dijo.
La gallega afronta esta etapa de su vida con una actitud positiva y asegura que el mayor logro que ha conseguido en su vida ha sido el de “estar en paz con una misma” y se muestra muy crítica ante “el odio en la pasarela política”. “No puedo con el odio, la envidia y el dolor que provoca el miedo. Nos educan en el miedo, pero hay que recuperar la fe en el ser humano”. Y añade: “me horripila ese tipo de política que agita a la gente para que se cabree y se odie mucho entre sí”.
En cuanto a su vida personal, Ponte vive dedicada a sus dos hijos, Luis y Laura, fruto de su matrimonio con Beltrán Gómez-Acebo, sobrino del rey Juan Carlos, cuya relación terminó en 2009. En la entrevista, la exmodelo asegura estar “feliz sola” desde hace cuatro años y que no ha tenido muchos amores porque ha sido “persona de largas historias”.
Cada arruga de mi cara es parte de mi ser"
Referente de la autenticidad, Ponte reflexionó sobre su vida y trayectoria y defendió que “cada arruga de mi cara es parte de mi ser, la huella de una historia”, un aspecto que le ha permitido afrontar el paso de los años con paz interior.
También dedicó un espacio para hablar sobre cómo se encuentra tras el trasplante de córnea al que fue sometida el verano de 2022. “Antes del trasplante veía menos del 10% porque tenía una queratitis grande y me acostumbré a ver mal. Ahora he recuperado el 50% y seguimos. Es un tema de largo recorrido. Todavía llevo puntos en los ojos”, concluyó.

