“Disculpen este aspecto que llevo, porque es lo que pasa si uno no se protege adecuadamente del sol”. Con estas palabras se ha presentado el Rey este lunes, ante los asistentes al foro Wake Up, Spain al aparecer con la cara enrojecida debido a las quemaduras provocadas por los efectos del sol tras pasar el fin de semana esquiando en la estación de Formigal-Panticosa( Huesca). A pesar de llevar gafas protectoras, y aplicarse una crema facial claramente insuficiente, no pudo evitar las consecuencias de los rayos ultravioletas potenciados por el reflejo en la nieve y la altitud. Se trata de lesiones de carácter leve de las que está siendo tratado y cuyas consecuencias desaparecerán en unos días.

El Rey, este lunes, durante el discurso inaugural del foro 'Wake Up, Spain', con evidentes signos de quemaduras en la parte inferior del rostro tras esquiar este fin de semana en Formigal
El Rey llegó a Formigal el viernes por la noche y se alojó en el hotel SNÖ Aragón Hills, ubicado en la misma estación. El sábado por la mañana y enfundado con la equipación adecuada, pantalones, anorak de la firma Descente en tonos grises y negro, con detalles rojos, además de las botas rojas, guantes blancos, el casco, las gafas y los esquíes, se dirigió a las pistas, a pesar de que el fuerte viento había obligado a cerrar algunas zonas. El domingo, con mejor tiempo y sol radiante, el Rey continuó esquiando durante toda la mañana.
El hotel donde se alojó publicó una foto en sus redes sociales con un texto en el que se podía leer. “Un año más, es un inmenso honor que Su Majestad el rey Felipe VI haya elegido hospedarse con nosotros. Todo el equipo se siente profundamente orgulloso de su visita y anhela darle la bienvenida en sus futuras escapadas a la nieve. Muchas gracias, Majestad; ha sido un verdadero privilegio contar con usted como nuestro huésped”.

El Rey, el sábado, en la estación de esquí en Formigal
Según informa El Heraldo de Aragón, el sábado el Rey estuvo comiendo en Las Mugas, un restaurante situado a 1.800 que ofrece un menú diseñado en colaboración con La Era de los Nogales, el restaurante del chef Toño Rodríguez, de una estrella Michelin. El domingo comió en La Glera, una pequeña cabaña con capacidad para 18 personas, situada a 2.000 metros de altitud que ofrece carnes a la brasa, potaje montañés y postres caseros.
Hace dos semanas, el Rey estuvo esquiando en la estación de Valdelinares, ubicada en la sierra de Gúdar (Teruel) y el fin de semana del 15 de febrero, la estación elegida fue la de Baqueira (Vall d'Aran, Lleida), en el Pirineo catalán, que durante años fue el destino único de la familia real para las vacaciones de invierno.