Santi Cañizares ha tenido una vida sentimental muy intensa a lo largo de los años. El exfutbolista se casó y se divorció de Marina Conchello, con la que tuvo a tres de sus hijos, antes de volver a dar una segunda oportunidad al amor con su matrimonio con Mayte García. Sin embargo, la tragedia asoló a la pareja en 2018 al perder a su hijo Santi, de tan solo cinco años, a causa de un tumor cerebral.
Tres años después, en 2021, el exjugador y su esposa decidieron separarse porque García “necesitaba ser feliz” para así cumplir la promesa que le hizo a su pequeño fallecido. Tras los duros baches emocionales, Cañizares había vuelto a recuperar la sonrisa con su tercera relación, que ha llegado a su fin de forma inesperada, tal y como ha desvelado él mismo.
“He roto mi relación con mi pareja que para mí era mi mujer. Estoy pasando por un momento difícil. Las cosas del amor son durísimas. No sé qué voy a hacer ni en el día de hoy porque esto te deja muy tocado”, ha confesado en Radio Marca junto a David Sánchez.
Santi Cañizares y su exmujer Mayte García
Tras esto, no ha dudado en recordar los buenos momentos que ha pasado junto a la familia de la que fuera su pareja durante dos años. Y es que ha relatado que durante todo esto tiempo estuvo disfrutando de las hijas de la mujer que le ha robado el corazón.
“Yo había reducido mucho mi círculo social, había ocupado mucho tiempo con ella en una relación muy intensa que me deja ahora con todo el tiempo del mundo. Cambié mi vida por amor y ahora eso juega en mi contra”, ha sentenciado, dejando claro que se encuentra envuelto en una especie de soledad que ha ido forjando a lo largo de los meses.
Santi Cañizares
Con esto, ha desvelado que, si bien después de su divorcio con Mayte García se prometió que “nunca más” iba a tener una relación, encontrar a la mujer con la que ha estado estos últimos años le ha supuesto un soplo de aire fresco en su vida. Por ello, no es de extrañar que ahora se encuentre totalmente devastado ante la ruptura.
Santi Cañizares se refugia en sus hijas
Y, pese a tener un círculo muy reducido a su alrededor, ha sido muy importante para él contar con el apoyo de sus hijas en esta nueva ruptura. “Mis hijas me han puesto unos mensajes muy bonitos de ánimo. Lucas, actualmente jugando de portero en Portugal, me llama todos los días”, ha expuesto.
Aun así, todo esto ha hecho que deje de tener ganas de hacer las cosas que hacía: “Llevo tres semanas que no puedo ni salir de casa”. Por ello, se está informando para tratar el tema psicológicamente y poder superar este bache lo antes posible. Pese a todo, no cierra la puerta a que pueda llegar una cuarta mujer a su vida.