Echar un vistazo al recorrido de España en el Festival de la Canción de Eurovisión no es especialmente alentador. Solo una marca dorada se distingue del resto de resultados, siempre por debajo de la mitad de la tabla de resultados de la gran final del certamen. Bien, una marca de bronce en realidad, puesto que es el tercer puesto de Chanel con SloMo en 2022 la alegría más reciente que el país ha tenido dentro del concurso.
El caso es que en el momento en el que la hispano-cubana alcanzó tan loable posición hubo cabido para muchas comparaciones. Muchos creían que, como Massiel en 1968 y Salomé en 1968, debía haber ganado. Pero, ¿qué hay de los que consiguieron llegar incluso más arriba que ella en el ranking, aunque muchas veces pasen inadvertidos en el imaginario colectivo? Un supuesto evidente de lo anterior es el de Anabel Conde.
Interpretó 'Vuelve conmigo' en Dublín.
Con 119 puntos
El mejor resultado de España de los últimos treinta años
Corría el año 1995 y esta cantante natural de Fuengirola, en Málaga, tenía solamente diecinueve años de edad. Era jovencísima, y por no tener ni siquiera tenía un recorrido dilatado en la industria musical nacional. Lo que sí tenía era una voz prodigiosa, capaz de dar con las notas en un amplísimo rango. La voz ideal para interpretar Vuelve conmigo.
Era ese el título que llevaba el tema que compuso para ella el cantautor Chema Purón. La que Radiotelevisión Española escogió de entre las más de treinta maquetas recibidas por el Departamento de Festivales y Certámenes, marcándose así un antes y después en la vida de Anabel de forma casi fortuita. Más todavía después de casi llevarse a casa el tercer triunfo de España en Eurovisión.
Anabel también interpretó 'Vuelve conmigo' en el programa 'Pasa la vida' en 1995.
Porque pese a que muchos no lo recuerden, la andaluza logró quedar segunda, tras cosechar un total de 119 puntos, solo superada por el onírico Nocturne de los noruegos Secret Garden. Un hito que sigue vigente hasta el día de hoy, pues más allá de los votos, todavía ostenta el mejor resultado de nuestro país en el certamen. Pudiera surgir, pues, la duda sobre qué ha sucedido con ella tras semejante éxito.
Su realidad actual
Desvinculada de la industria, pero no de la música
Por mucho que los ‘eurofans’ todavía recuerden la suya como una de las interpretaciones más icónicas de la participación española en el festival, su carrera en la música no corrió demasiada suerte tras brillar en Dublín. Y es que es de dominio público que Anabel, que había firmado con la casa discográfica Jercar, se quedó sin contrato en el momento en el que esta quebró.
No obstante, y siempre tratando de centrar su vida en la música, su gran pasión, apostó por formarse en Londres y siguió probando suerte en algunos espacios. Véase su participación en preselecciones eurovisivas como la del 2000 y la de 2010, pero no corrió la suerte de alzarse con la victoria. Ahora bien, y como curiosidad, sí que regresó a Eurovisión en 2005 como corista de Marian van de Wal, la representante andorrana en 2005.
Anabel Conde junto a Melody en la última PrePartyES.
En la actualidad, y después de publicar en 2014 su último álbum disponible que lleva por nombre Toda una mujer –y se financió a través de una campaña de micromecenazgo–, se dedica a la docencia. Sea como fuere, y por mucho que esté centrada en su faceta de profesora de música, es habitual verla en eventos dedicados al festival. Véase su más reciente reaparición en la PrePartyES del pasado abril, donde con mucho sentimiento interpretó su canción más conocida junto a Melody. Como si de ceder el testigo a la encargada de representar a España este mismo mayo en Basilea con Esa diva se tratase.