El colorido, el kitsch y otros excesos del festival de Eurovisión, el mayor acontecimiento no deportivo televisado del mundo, con unos 160 millones de telespectadores, ya está aquí, como todos los años en mayo. En la ciudad suiza de Basilea, anfitriona gracias a la victoria de Nemo en el 2024, arrancaron ayer los festejos de la semana grande eurovisiva con el desfile por la alfombra turquesa de los cantantes que representan a los 37 países participantes en esta 69.ª edición. Ha sido el recorrido más largo de la historia del certamen, con 1,3 kilómetros.
Aunque los ritmos europop, la espectacular puesta en escena y los estribillos electrizantes dominaron los festejos, el contexto geopolítico no faltó a la cita, con una manifestación contra la participación de Israel por la intensificación de la guerra en Gaza. Al arrancar el desfile frente al Ayuntamiento de Basilea, una docena de banderas palestinas ondeaban entre la multitud, junto a una pancarta en la que se leía: “Israel: abre las fronteras de Gaza. Deja entrar la ayuda”, informa Afp.

El representante austriaco JJ a su llegada a la fiesta de bienvenida del festival de Eurovisión
Empieza ahora la semana eurovisiva, que, según el esquema habitual, tendrá dos semifinales (martes 13 y jueves 15) antes de la gran final el sábado 17. Las casas de apuestas –el gran baremo para sopesar qué país parece más destinado a hacerse con el triunfo– indican a cinco favoritos, por este orden: Suecia, Austria, Francia, Israel y Bélgica.

Louane, la representante francesa
Representa a Suecia el trío finlandés suecohablante KAJ con la canción Bara bada bastu (más o menos traducible por “vamos a la sauna”), un sonsonete de fiesta con toques de reggae, tecno e himnos deportivos. KAJ son las siglas de las iniciales de los nombres de los tres cantantes: Kevin Holmström, Axel Åhman y Jakob Norrgård.

Yuval Raphael, la representante de Israel, cuya participación ha generado muchas protestas
El segundo preferido es el austriaco JJ, nombre artístico de Johannes Pietsch, con una balada sobre el amor no correspondido, Wasted love , que fusiona ópera y pop. La francesa Louane, de nombre real Anne Peichert, canta la balada Maman en homenaje a su progenitora fallecida hace once años.

El representante de Bélgica, Red Sebastian durante su paso por la alfombra turquesa en Basilea
La cuarta favorita es la israelí Yuval Raphael, superviviente del ataque de Hamas del 7 de octubre al festival musical Supernova, con la canción New day will rise . La participación de Israel genera nuevamente polémica, pero de momento no con la elevada intensidad que se vivió en la edición del 2024 en Malmö. El quinto preferido de los apostantes es el belga Red Sebastian con Strobe lights, un homenaje a los ritmos de la cultura rave de los años noventa. Bélgica ha irrumpido en los últimos días en un puesto que hasta hace muy poco ocupaban los Países Bajos con Claude.

Melody a su llegada a la recepción en Basilea
La española Melody sube al puesto 17.º
La gira de promoción y los primeros ensayos en Basilea han aupado a Melody en las preferencias de los apostantes. A finales de marzo la representante de España con Esa diva ocupaba el puesto 28.º y ahora está en el 17.º. Acompañan a la cantante los bailarines Álex Bullón, Vicky Gómez, Marc Montojo, Ana Acosta e Iván Matías Urquiaga, con coreografía de Mónica Peña. Melody actuará en la primera semifinal el martes 13.
En la final del sábado competirán 26 países, es decir, los 20 supervivientes de la criba de las dos semifinales más los Big Five (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido), que por su contribución financiera a la UER se clasifican automáticamente, igual que el país anfitrión, en este caso Suiza. Melody avanza pues hacia la final