Pareciera una rueda sin fin lo de que Andreu Buenafuente estrene formato de éxito en los medios. Han pasado ya veinte años desde que el catalán dio el salto a la televisión nacional como presentador al mando del mítico Buenafuente, que se mantuvo seis años en pantalla, y parece que sus triunfos están lejos de cesar. Para muestra, las buenas cifras de audiencias que está marcando Futuro imperfecto, su nuevo espacio en La 1.
Una nueva oportunidad de ponerse al mando de un proyecto que combina monólogos, entrevistas y todo tipo de invitados. Por primera vez en la pública estatal, aunque sin perder esa esencia que desde hace ya tantos años conquista a los televidentes. Una forma de hacer televisión que no se entiende sin Andreu, pero tampoco sin sus colaboradores. Ese listado de perfiles hilarantes entre los que, una vez más, no podía faltar Silvia Abril. La compañera perfecta, y también su mujer.
“Ya la había visto”
Andreu quedó prendado de ella antes de trabajar juntos
De un tiempo a esta parte se ha convertido en algo habitual verlos juntos en acción, deleitando al público con sus desternillantes interacciones. No importa si es para actuar en Tu cara me suena, para presentar los Goya o para compartir plató. No obstante, y por recurrente que sea hoy día, toda historia tiene su principio. Y para entender el origen del vínculo entre los dos cómicos es precios viajar hasta las primeras veces que trabajaron juntos.
E incluso antes, puesto que el propio Buenafuente reconoció en una entrevista para La matemática del espejo con Carlos del Amor que él “ya la había visto”. “Trabajaba en el entorno de mi productora, no en mi programa, y yo pensaba: ‘esta tía es diferente’”, confesó al periodista en aquella charla, a pesar de que había algunos matices importantes a la hora de explicar cómo terminó enamorándose.

Silvia Abril y Andreu Buenafuente en una imagen de redes sociales.
“La vi en Homo Zapping haciendo de La niña de Shrek y debo aclarar que ahí no me enamoró”, exponía entonces el catalán entre risas, ya que en realidad no terminó de encenderse la chispa hasta el día que coincidieron en una fiesta organizada por un amigo que tenían en común, allá por el año 2006. “Silvia estaba hablando por teléfono cerca del mar. La volví a ver y sentí el puñetazo”, recordó dibujando una sonrisa. Eso y que, precisamente en ese momento, fue cuando pensó “esta chica a mí me ha gustado siempre”.
Fueron padres en 2012
La conquistó con el humor y en el 2017 se casaron en Barcelona
En aquella aparición en el programa de La 2 también vio la luz que el método del también presentador de Vosaltres mateixos en TV3 para conquistar a la que ahora es su esposa fue el humor. No podía ser de otro modo, puesto que se definía “muy tímido en el ligoteo”, así que cuando Silvia entró a trabajar en su programa “le hacía bromas personalizadas”. Bromas que, está claro, surtieron el efecto deseado.
Para muestra, el hecho de que en el año 2017 sellaron su relación sobre el papel de una vez por todas con una boda en el Ayuntamiento de Barcelona. La oficializó Ada Colau, entonces alcaldesa de la ciudad condal, tras más de una década de noviazgo y un lustro después del nacimiento de Joana, su única hija en común nacida el 28 de noviembre de 2012. La guinda del pastel a un amor de película. De película de risa, eso sí.