La discordia entre los Beckham y los Peltz se ha intensificado tras la compra de una mansión en Los Ángeles por parte de Brooklyn Beckham y su esposa, Nicola Peltz. Aunque la adquirieron conjuntamente, la mayor parte del financiamiento salió del fondo fiduciario de la hija de Nelson Peltz, lo que llevó a que algunos allegados alertaran que Brooklyn se siente “atrapado” por esa dependencia.
Según fuentes de la familia Peltz, los Beckham habrían sido demasiado rígidos en sus aportaciones, calificándolos incluso de tacaños: “Los Beckham efectivamente cortan el apoyo económico a sus hijos tras cumplir los 18”. Pero desde el entorno de David y Victoria aseguran que “nunca han dejado de apoyar a Brooklyn… simplemente no quieren malcriarlo”.

Las causas del distanciamiento van más allá del dinero
Brooklyn y Nicola han contribuido con sus ahorros a la compra y además siguen trabajando: él con su proyecto gastronómico y ella con proyectos cinematográficos. “Ha sido una decisión conjunta y Los Ángeles siempre ha sido su hogar tras crecer allí por la carrera de David”, explican fuentes de la pareja.
El distanciamiento no se limita al dinero. La ausencia de Brooklyn en el 50º cumpleaños de su padre desencadenó especulaciones. Según informantes, Brooklyn intentó un encuentro íntimo con David, pero fue rechazado, situación que atribuyen a la influencia de Nicola. Por su parte, ella habría contribuido a que Brooklyn “vea un comportamiento tóxico y no saludable” en la familia Beckham.

Persiste la esperanza de una posible reconciliación
A pesar de las tensiones, circulan señales de acercamiento: Brooklyn no rindió homenaje a su suegro en el Día del Padre, gesto que algunos interpretaron como un paso hacia David. Y más allá de todo, ambos clanes comparten el deseo de ver feliz a la pareja y esperan que, con el tiempo, se restablezca cierta armonía.
Aunque el conflicto se centra en las aportaciones económicas para la vivienda, las diferencias entre valores —el origen humilde versus la herencia millonaria— y la influencia de Nicola han encendido la disputa. Aun así, persiste la esperanza de que los Beckham y los Peltz puedan encontrar un camino hacia la reconciliación.