Pavel Durov, cofundador de Telegram junto a su hermano Nikolai, parece estar siguiendo la estela de Elon Musk en su fiebre pronatalidad. Incluso ya lo habría superado, si lo que cuenta es cierto. El líder tecnológico nacido en Rusia hace 40 años ha concedido una entrevista a la revista francesa Le Point donde ha revelado que es “el padre oficial” de seis hijos, nacidos de forma natural de tres mujeres diferentes, y además tiene más de 100 hijos concebidos mediante su donación de esperma durante quince años.
El CEO de la plataforma de mensajería se considera, pues, padre de al menos 106 hijos. Y a todos ellos les va a dejar herencia. La fortuna de Durov, que según Forbes asciende a 17.100 millones de dólares, será repartida entre estos 106 descendientes de forma equitativa.
Pavel Durov, en el Mobile World Congress en Barcelona, en el 2016
El multimillonario se convirtió por primera vez en donante de esperma para “ayudar a un amigo”. Según reveló el año pasado en su canal oficial de Telegram, fue hace quince años cuando un amigo le pidió ayuda para concebir, debido a problemas de fertilidad con su esposa. Aunque inicialmente lo tomó a broma, tras consultar con el director de una clínica especializada, se dio cuenta que había una escasez mundial de esperma sano. Desde entonces, más de 100 parejas de doce países han logrado concebir hijos gracias al esperma de Durov.
Incluso años después de haber dejado de ser donante activo, su material genético sigue disponible en clínicas de fertilidad. “Estoy orgulloso de haber hecho mi parte para aliviar la escasez mundial de esperma sano”, escribió Durov a sus más de 11 millones de seguidores en Telegram.
“No hago diferencia entre mis hijos: están los que fueron concebidos naturalmente y los que provienen de mis donaciones de esperma”
Ahora, y como se considera padre de todos ellos, ya los ha incorporado a su testamento. “No hago diferencia entre mis hijos: están los que fueron concebidos naturalmente y los que provienen de mis donaciones de esperma”, declaró durante la entrevista. “Todos son mis hijos y tendrán los mismos derechos”, añadió el director ejecutivo de Telegram, quien actualmente ocupa el puesto 40 en el Bloomberg Billionaires Index.
Según Le Point, el testamento incluye una cláusula que indica que los herederos sólo podrán acceder a su parte cuando hayan transcurrido treinta años desde la fecha actual. Esta medida busca asegurar que los descendientes tengan la madurez suficiente para administrar la herencia. “Escribí mi testamento muy recientemente; y decidí que mis hijos no tendrían acceso a mi fortuna hasta que transcurra un período de treinta años, a partir de hoy”, concretó. “Quiero que vivan como personas normales, que se construyan solos, que aprendan a confiar en sí mismos, que sean capaces de crear, que no dependan de una cuenta bancaria”, detalló.
Una fotografía publicada por Pavel Durov en su cuenta de Instagram
De acuerdo con la revista francesa, el empresario manifestó su intención de hacer público su ADN para facilitar que sus hijos puedan identificarse entre sí. “Es un riesgo, pero no me arrepiento”, sostuvo, y destacó que la donación de esperma debería dejar de estar estigmatizada.
El testamento incluye una cláusula que indica que los herederos sólo podrán acceder a su parte cuando hayan transcurrido treinta años desde la fecha actual
Su filosofía en favor de la natalidad, similar a la que promueven figuras como Elon Musk, sostiene que la humanidad debe fomentar más nacimientos ante el descenso de las tasas de reproducción.
Pavel Durov nació en 1984 en Leningrado (actual San Petersburgo) y pasó parte de su infancia en Italia. Junto a su hermano mayor, Nikolai Durov, mostraron un talento destacado en matemáticas y ganaron medallas de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas. Pavel orientó su formación universitaria hacia una carrera como innovador digital.
En el 2006 junto a su hermano fundó VKontakte (VK), una red social que rápidamente se convirtió en la alternativa rusa a Facebook. Su resistencia a compartir datos de usuarios con el gobierno ruso, especialmente tras las protestas de 2013 en Kiev, lo puso en conflicto con el Kremlin.
En el 2014, tras negarse a ceder el control de VKontakte, fue forzado a abandonar la empresa, vendió sus acciones y salió de Rusia. Ese mismo año, fundó Telegram, una aplicación hoy conocida en todo el mundo.
