Milena Smit: “Durante mucho tiempo, tenía miedo de ser yo”

Entrevista

La actriz ilicitana estrena la serie ‘Los sin nombre’ de Pau Freixas junto a Miren Ibarguren

Actress Milena Smit during the closing ceremony of 28 edition of Malaga Film Festival in Malaga on Saturday, 22 March 2025.

Milena Smit en la última edición del Festival de Málaga 

Sergio R Moreno / GTRES

El salto a la fama de Milena Smit (Elche, 1996) fue tan abrupto como improbable. Un golpe de suerte o el capricho del destino llevó a la actriz ilicitana a saltar al estrellato hace cinco años a través de Instagram. Tenía 23 años. Sin haber estudiado interpretación, fue seleccionada para trabajar junto a Mario Casas en No matarás . Un año después, Almodóvar le abría las puertas de su olimpo para rodar con ella Madres paralelas . De la noche a la mañana, la joven, que por aquel entonces trabajaba en la recepción de un hotel, se había convertido en una de las actrices referentes del cine español. Un viaje supersónico por el que, sin embargo, tuvo que pagar un gran peaje.

Desde entonces, Smit no ha parado de trabajar. A pesar de su exigente agenda, la actriz se ha desplazado este fin de semana hasta su ciudad natal para cuidar a su madre tras un accidente de coche. Afortunadamente, todo se ha quedado en un susto y desde una de las habitaciones de la residencia de su progenitora, charla con La Vanguardia sobre su vida y Los sin nombre , la nueva serie de Pau Freixas que acaba de coprotagonizar, junto con Miren Ibarguren.

“A día de hoy, soy capaz de estar sola con mi dolor o con mi felicidad”, revela la actriz de ‘No matarás’

Para la actriz, este último proyecto va más allá de las desapariciones, el esoterismo o las sectas. “El tema de este thriller es la fe”, afirma. Según su opinión, los tres personajes principales de la trama se mueven por una creencia ciega, que les impulsa a continuar cuando todo lo demás se tambalea.

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Milena Smit junto con Miren Ibarguren en 'Los sin nombre'

REDACCIÓN / Terceros

Esta misma fortaleza espiritual resuena con la de la propia intérprete, que ha conseguido resurgir de varias experiencias personales que no vinieron tan de cara como las profesionales. A sus 28 años, reflexiona sobre algunas de sus heridas de guerra. Entre las que comparte públicamente, reza un aborto provocado, una relación de maltrato, una depresión o la pérdida de su anonimato sin tiempo para digerirlo. Lejos de verse como una víctima, Smit hace apología de las lecciones que la vida le ha regalado hasta la fecha. “El mayor aprendizaje ha sido aprender a habitarme. Durante mucho tiempo, tenía miedo de ser yo, porque he estado en situaciones donde no sabía cómo irme o no sabía poner límites. Esto me generaba mucha desconfianza de mí misma, por haberme puesto en todas esas situaciones de peligro”.

Su proceso de recuperación ha sido largo, terapéutico y doloroso. Aceptar la soledad como algo bueno y reconocerse sin juzgarse suman algunos de sus mayores logros vitales. “A día de hoy, soy capaz de estar sola con mi dolor o con mi felicidad. Ya no necesito a alguien que me cuide, porque ahora empiezo a poder cuidar de mí misma”, afirma. “He vivido otras cosas que todavía no he compartido. Y si algún día tiene sentido hablarlas, lo haré”, asegura. “Salir de una relación de maltrato no acaba con la ruptura. Sales con muchas secuelas que luego tienes que trabajar”.

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Milena Smit con Pedro Almodóvar, Penélope Cruz y Aitana Sánchez Gijón en la alfombra roja de Los Goya (2021)

REDACCIÓN / Otras Fuentes

La intérprete no transitó este camino de espinas desde la intimidad de alguien anónimo. Como consecuencia, sufrió hace años una disociación de sí misma. Ataques de pánico, ansiedad y una sensación de estar viviendo la vida de otra persona se apoderaron de ella hasta que, finalmente, pudo frenar. “Tuve que aceptar que Milena Smit, la actriz, y Milena, la persona, eran la misma”. “Tuve que aprender a humanizar al personaje público. Entender que detrás de cada cantante, actor o figura pública hay una persona. Y que esa persona tiene sus miedos, sus batallas, su caos. No somos robots”.

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Milena Smit en 'La chica de la nieve 2'

REDACCIÓN / Otras Fuentes

Desde este autoconocimiento ha aprendido también a mostrarse vulnerable. No pretende dar lecciones, sino compartir su experiencia para ayudar a otros. “La vida real no es Instagram ni lo que vemos en una entrevista. Yo he hecho entrevistas diciendo que estaba en el mejor momento de mi vida y cinco minutos antes estaba con un ataque de ansiedad”, revela. Aunque no lo considera un mandato propio de la industria, la actriz es consciente de la presión constante por mostrarse perfecta que reina actualmente sobre gran parte de la sociedad. “Hay una normalización de que siempre tenemos que estar bien. Pero por suerte, cada vez hay más compañeros que se atreven a decir: ‘Estoy bien porque lo estoy. O estoy mal’, y no pasa nada”.

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