Salva Reina es tan creíble como ese colega que siempre cae bien –el que pone el coche, el que paga la ronda, el que mete la pata pero sin querer– como se convierte en el agente corrupto más convicente (Mano de hierro), violento psicópata (La Zona) o el emigrante hastiado que se inmola en El 47, papel que le dio su primer Goya. Ahora estrena Una conversación pendiente, cortometraje dirigido por Cecilia Gessa (Princesa, Prolegómenos) en el que se mide con Carlos Bardem. Tras una despedida de soltero, Raúl (Salva) se acerca a la habitación de Santi (Carlos) para mantener una última charla antes del gran día: esa conversación informal entre amigos evoluciona hacia una confesión inesperada que pondrá en jaque su relación. A punto de amanecer –impecable el trabajo de Manuel Galán, director de fotografía– se verán confrontados con su verdad más íntima.
Versatilidad demostrada
Es tan creíble interpretando al colega que cae bien como se convierte en agente corrupto o el emigrante hastiado que se inmola en ‘El 47’

Carlos Bardem coprotagoniza el corto dirigido por Cecilia Gessa: dos amigos charlan la noche anterior a la boda de uno de ellos y la conversación terminará poniendo en jaque su propia relación.
“Cuando participo en un cortometraje me gusta que sea como este, una historia concisa y giros de guion interesantes. Y ver a dos amigos que se abren es algo que pasa poco en estos tiempos”. El propio actor reconoce que también a él le cuesta: “En la adolescencia era bastante tímido y aunque quizá por mi imagen no lo parezca, soy reservado con mis sentimientos. De la vieja escuela. Con la edad he aprendido a abrirme, nunca es tarde para educarse”. Cuenta Salva que Gessa es una directora con las ideas muy claras pero que también ofrece amplio margen a los intérpretes y que es una suerte poder compartir tiempo con un tipo tan inteligente y de cultura tan apabullante como Carlos Bardem.
El filme, rodado en Cuenca, está producido por Gessa Producciones, Amca Producciones, Gosua Films, Sissi Films, Soren Films, Hackeo Productions y Jarana Films.
En la adolescencia era bastante tímido y aunque quizá por mi imagen no lo parezca, soy reservado con mis sentimientos

Cecilia Gessa ('Princesa', 'Prolegómenos') es la directora de 'Una conversación pendiente', cortometraje que cuenta con Manuel Galán como director de fotografía.
Salva Reina nació en Las Palmas en 1978, se crio en Málaga y estudió Educación Física en Granada. Nunca fue profesor de gimnasia porque llegó a tiempo de encontrar su camino a través de la vocación: “No estudié Arte Dramático por cobardía, por eso de que no tiene salidas, pero mientras estudiaba INEF empecé a trabajar con algunas compañías de teatro de calle, infantil, animaciones y descubrí que esto era una profesión. Me fui formando, me lo curré y puede encadenar buenas rachas haciendo drama, thriller, comedias de diferente tono… Si echo la vista atrás me siento afortunado”. Y si la echa hacia adelante, también: mientras lo vemos en Legado (Netflix) y en Vírgenes (ya en cines) además de Una conversación pendiente tiene otros tres proyectos que estrenar a lo largo de los próximos meses: Solos, Coartadas y Sin cobertura.
Kira es una persona maravillosa y compartir con ella mi vida es un regalo
Salva y el amor
Encontró en Kira Miró su alma gemela
Salva Reina vive una feliz relación con Kira Miró, a quien dedicó su Goya. Ella le devolvió la dedicatoria en abril al recoger un reconocimiento de la VIII edición de IBICINE: “Desde que compartimos la vida, la mía está llena de sonrisas, confetti y brillo muchísimo más gracias a ti”, dijo la actriz canaria. “Kira es una persona maravillosa y compartir con ella mi vida es un regalo. Todo lo bueno que me pase y las palabras que pueda dedicarle son pocas porque es un primor”. A la pregunta indiscreta de qué lo enamoró de ella, responde lo siguiente: “Su alegría, su forma de ser, cómo conectamos, su modo de entender la vida, su hospitalidad, la sencillez, su dulzura, la luz que irradia... Cualquiera que la conozca un poco sabe de lo que hablo”.
Haciendo teatro la gente me decía ‘a ver cuándo triunfas’; entiendo que se referían a salir en la tele
El síndrome del impostor que dijo sentir al recoger su Goya fue un efecto momentáneo causado por una emoción incontenible: Salva supo que estaba donde quería estar mucho tiempo atrás: “Cuando empezaba y trabajaba con mis animaciones, mi compañía de teatro infantil por Málaga en ventas, comuniones y teatros pequeñitos ya sentía que ‘ya era’. Ojo, y te puedo decir que el público infantil es el más complicado que hay. No tiene filtro ninguno, si no le gusta, se levanta y se va a jugar (risas). La gente me decía ‘a ver cuándo triunfas’; entiendo que se referían a salir en la tele, pero cuando me quedaba solo decía, ‘si yo ya estoy triunfando, si me dedico a esto’: se trata de una profesión muy dura y sacrificada, así que para mí ‘ya es’ si puedes pagar el alquiler con tu profesión”.