La princesa Isabel de Brabante, heredera al trono belga, todavía no sabe qué hará el próximo curso. Según aseguró la casa real, sigue a la espera de saber si podrá regresar a Harvard para su segundo año de posgrado en Políticas Públicas, después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara la prohibición de estudiantes extranjeros en la universidad.
“Estamos analizando la situación para ver qué impacto podría tener esta decisión en la princesa. Es demasiado pronto para saberlo”, declaró un portavoz del palacio belga en mayo. Todavía no se ha aclarado el futuro académico de la hija de los reyes Felipe y Matilde de los belgas, de 23 años, que el año pasado se licenció en Historia y Política en el Lincoln College de Oxford, en el Reino Unido.
Isabel de Bélgica no sabe si volverá Harvard; Ingrid de Noruega se va a Australia; y Amalia de Orange cursará defensa
Durante parte de sus vacaciones de verano, la princesa está realizando unas prácticas profesionales de siete semanas —probablemente en una institución gubernamental o internacional ubicada en Bruselas, pero no se ha revelado el lugar—, como preparación antes de retomar su máster el año siguiente.
Isabel dedicó el curso académico 2020-2021 a recibir formación militar en la Royal Military Academy de Bruselas y los siguientes tres veranos también realizó campamentos de entrenamiento militar para completar su formación castrense.

Ingrid de Noruega en una imagen de archivo vestida con traje regional.
Otra sorpresa reciente en cuanto a formación fue el destino elegido por Ingrid Alejandra de Noruega para sus estudios universitarios. La hija y heredera de 21 años del príncipe Haakon de Noruega estudiará en la Universidad de Sydney, en Australia, para especializarse en Relaciones Internacionales y Economía Política.
Se dijo que fue ella quien eligió el destino por ser un paraíso para surfistas, disciplina que practica desde niña y que la convirtió en campeona de su país en la categoría junior a los 16 años, en el 2020. Esta nueva etapa fuera de Noruega también mantendrá a la heredera del heredero alejada de su familia mientras se dirime judicialmente el caso de Marius Borg, su medio hermano, al que ha estado muy unida hasta que se conoció su detención.
El sol de Australia también traerá un respiro a Ingrid después de un año duro, pues inició el servicio militar el 17 de enero del 2024 en la Ingeniørbataljonen, la Brigada Norte del ejército noruego, en la gélida provincia de Troms. Inicialmente iba a acudir 12 meses, pero extendió voluntariamente su servicio a 15 meses.

Amalia de Holanda en su primer día de universidad.
En los Países Bajos la semana pasada se supo que su heredera, la princesa Amalia de Orange, de 21 años, realizará un programa complementario del ministerio de Defensa neerlandés abierto a alumnos de educación superior y universitaria, que los convierte en reservistas y les da nociones de defensa y entrenamiento básico para poder llevar el uniforme.
La hija de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos, que actualmente cursa su licenciatura en Política, Psicología, Derecho y Economía en la Universidad de Ámsterdam; completará solo esta formación militar básica. Los monarcas neerlandeses no ostentan el mando de las fuerzas armadas del país desde 1983, y a ello responde el menor tiempo que dedicará Amalia en comparación con las homólogas europeas de su generación.

La princesa Victoria de Suecia durante su entrenamiento militar básico.
De todas ellas, Victoria de Suecia es la veterana heredera. Ella no tiene un título universitario tradicional, pero realizó múltiples cursos académicos, por ejemplo, entre 1998 y el 2000 estudió Ciencias Políticas e Historia en la Universidad de Yale. Su formación militar fue en su juventud más protocolaria que operativa, y el entrenamiento militar básico le llegó con 47 años en el 2024. Desde entonces ha seguido rectificando esa carencia en su formación, seguramente, porque alguien en los noventa pensó que una princesa no tenía por qué ser guerrea.