“Gracias, Kim. No tengas miedo de venir a cenar”. Es lo que ha escrito Anthony Hopkins junto a un vídeo en el que aparece ataviado con una especie de faja antipapada etiquetando a Kim Kardashian y a su marca Skims.
El actor, de 87 años, ha revivido a su mítico personaje Hannibal Lecter, el psicópata caníbal de El silencio de los corderos, para burlarse del nuevo lanzamiento de la marca de la socialité, una máscara moldeadora para la cara. La invitación a cenar es un guiño al thriller psicológico de 1991 en el que Lecter le dice lo mismo a Clarice M. Starling (interpretada por Jodie Foster).

Anthony Hopkins se pone la faja facial moldeadora que la marca de Kim Kardashian ha sacado al mercado
Con un precio de 48 dólares, esta máscara facial promete levantar y mantener en su lugar mejillas, cuello y barbilla, ayudando a esculpir el rostro con el mismo tejido moldeador que ha hecho famosa a Skims en sus fajas y prendas corporales.
La venda facial, que ya se ha agotado y ahora hay que inscribirse en una lista de espera, ha sido definida por la marca como “un complemento imprescindible para tu rutina nocturna”, pues está hecha con hilos de colágeno que actúan en la piel mientras duerme.
La pieza incluye cierres de velcro para facilitar su uso así como aberturas para las orejas y el cabello, y una sujeción específica para la mandíbula gracias a una compresión que ayuda a definir y mantener el contorno facial.
Por todo ello esta faja facial no resulta nada sexy y el actor Anthony Hopkins lo ha aprovechado para protagonizar un chascarrillo en Instagram. Haciendo gala de su ácido sentido del humor, el artista se ha puesto una venda de color carne y se la ha ajustado alrededor de la barbilla, orejas y cráneo.

Anthony Hopkins como Hannibal Lecter en 'El silencio de los corderos'
Hopkins aparece con los brazos cruzados y mirando a cámara dice: “Hola Kim, ya me siento 10 años más joven. Adiós”. Y hace un ruidito sorbiendo con la boca recreando una de las escenas más recordadas de ese thriller dirigido por Jonathan Demme: la que el doctor Lecter, en una de sus entrevistas con la agente Starling (Jodie Foster) a través de una pared transparente, hace un escalofriante sonido con su boca después de confesarle que se había comido el hígado de un hombre “acompañado de habas y un buen Chianti”.
Pocos saben que ese inquietante sonido no aparecía en el guion de la cinta, sino que fue totalmente improvisado por el actor británico, que se llevó un Oscar por su interpretación.