Lenny Kravitz no solo puede presumir de ser uno de los artistas más reconocidos del panorama internacional, sino que cuenta con un físico envidiable a sus 61 años. A lo largo de toda su vida ha sido muy cuidadoso con su alimentación y ha tenido una estricta rutina de ejercicios que le ha permitido estar en las mejores condiciones encima de un escenario.
“Me tomo muy en serio mi entrenamiento, lo llevo por dentro”, reconoció en una entrevista reciente para USA Today. Y es que, pasados los 50, se dio cuenta de que necesitaba mayor esfuerzo para estar en forma y mantener los músculos que ha trabajado durante tanto tiempo.

Lenny Kravitz
Pese a todo, tiene claro que el descanso es un aspecto muy importante de su rutina diaria, por lo que intenta llevarlo a cabo “lo máximo posible”, aunque a veces le cuesta. Unas ganas de mantenerse en forma que le vienen heredadas de su abuelo, del que también quiso hablar en esta entrevista.
“Tuve un abuelo que siempre aparentaba 25 años menos y hacía lo mismo. De joven no me gustaba nada hacer todo esto y él solía despertarme para hacer las tareas del hogar, pero quería que hiciera ejercicio con él”, confesó.
Lenny Kravitz: “Puedes tener 30 años y estar destruido o puedes tener 80 y ser joven y vibrante”
Entre los deportes que practicaba su familiar, se encontraba montar cinco horas en bicicleta a sus 80 años. Su pasión por el deporte le hizo aprender a patinar a esa edad, al no haberlo podido hacer durante su infancia a causa de los sacrificios que tuvo que hacer con 9 años para mantener a su madre y sus hermanos. Algo que acabó calando hondo en Lenny Kravitz.
“Tenemos esta obsesión con la edad, como con la raza o la religión, y estos estereotipos de que a esta altura de la vida deberías estar haciendo esto o aquello, y no es así. Puedes tener 30 años y estar destruido o puedes tener 80 y ser joven y vibrante”, reconoció.

Lenny Kravitz
Una filosofía de vida que le ha hecho estar en su mejor momento. Tras encontrar lo que su cuerpo necesita, el cantante confesó que nunca ha estado mejor, tanto física como mentalmente: “Nunca me he sentido más vibrante y joven. No lo digo con egoísmo. Todos tenemos la posibilidad de tenerla si tenemos la bendición básica de la salud, y debemos buscarla”.