No ha terminado de rodar la temporada 16 de La que se avecina, mientras firma tres nuevos contratos –dos películas y una serie en las que ahora se sumerge– y trata de darle descanso a su oreja derecha, pegada al móvil durante demasiadas horas. Macarena Gómez (Córdoba, 1978) es actriz pero también productora. Y tanto interpreta a una expolicía heterodoxa en un thriller como se enreda con la pareja de su amiga en una comedia que pone dinero y corazón en el proyecto que ahora nos ocupa: Yo, Capote, un hombre bajo la influencia desde el 13 de septiembre en los Teatros Luchana de Madrid, con Dámaso Conde, Jorge Monge y la dirección de Manuel M. Velasco.
Un productor puede trabajar o con el corazón o con la cabeza y yo trabajo con el corazón

Cuenta la actriz y productora que Nina Capote estuvo muy lejos de ser una madre cariñosa.
“Mi sueño es ser una productora de éxito. Un productor puede trabajar o con el corazón o con la cabeza y yo tiendo a producir con el corazón, como casi todo lo que hago en mi vida. Así, he acabado produciendo a todos mis amigos siempre (risas)”. Dámaso, íntimo suyo y autor del libreto, le propuso la dirección de Velasco y la incorporación de Monge. Él se convierte en Truman Capote en la última noche de su vida y ella se incorpora como Nina, su madre: “Siempre estuvo influenciado por su madre: drogadicta, alcohólica, ausente, promiscua… Él acaba siendo también alcohólico en parte por su culpa, de ahí el subtítulo de la obra”. Dámaso hablará (virtualmente) con Nina, con las cuatro “cisnes” –amigas de la jet neoyorquina a quienes traicionó– y con Perry Smith, uno de los asesinos de su novela A sangre fría. “Por cierto, en cuanto se pone la peluca, Dámaso es Capote”, recalca Macarena admirada.

Desde el 13 de septiembre en los Teatros Luchana de Madrid, con Dámaso Conde, Jorge Monge y la dirección de Manuel M. Velasco.
El director, Manuel M. Velasco
Lleva el teatro en la sangre
Le trasladamos a Manuel algo que él no sabe: que tanto la productora como los dos actores coinciden en que es el director ideal por tener las ideas muy claras. “Es como como alemán, ya me entiendes”, apuntaba Macarena. “Anda, pues mira, me alegro mucho porque yo estoy encantado de trabajar con los tres, honrado de hayan querido que capitanee este barco. Y la metáfora creo que está bien elegida, a veces es simplemente ordenar y equilibrar texto, interpretación, luz, sonido, música, armonizarlo de alguna manera”. Cuenta Velasco que se preparó releyendo A sangre fría, volviendo a ver Desayuno con diamantes así como decenas de entrevistas en televisión y prensa al propio Truman Capote… “Y creo que nunca llegaré a un conocimiento tan extenso como el de Dámaso, el autor, además de protagonista. Y es que en teatro he estado en todos los lugares: dirigiendo textos míos, textos de otros, he escrito textos que luego han dirigido otros, he escuchado cómo el director proponía siempre para mejorar… Me adapto a lo que sea”, dice con una sonrisa.
Velasco, enamorado de las artes escénicas –hijo de Concha Velasco, no podía ser de otro modo– presenta un programa de cine en Onda Madrid, está al frente de Fashion Films y, además de Yo, Capote, ha encontrado hueco para dirigir los clips de un actor “muy conocido” en la conocida obra Sofocos. “Los que nos dedicamos a este negocio sabemos que hoy estamos escribiendo un texto, mañana poniendo una cortina o arreglando una persiana; donde nos llamen y siempre con todo el amor y respeto al público”.

MADRID, 26/01/2024.- El director y dramaturgo Manuel M. Velasco posa en la alfombra roja de los Premios Feroz. l
Carlos [Bardem] es amigo mío; le diría ‘pesao, cállate ya’ en plan coña
Macarena combina producción, prensa y su presencia imaginaria en Yo, Capote con el rodaje de dos películas y una serie. Este año estrenará el thriller de acción Hora y 20, las comedias El fantasma de mi mujer y ¿Cómo hemos llegado a esto? y dos producidas además por ella: Polar y Tábula rasa, con Amaia Salamanca y Carlos Bardem. “Qué pesado eres”, le dijo en Instagram tras una alocución de Bardem contra el genocidio de Gaza. Aquí nos explica una controversia que no fue tal: “Pero si es amigo mío; le diría ‘pesao, cállate ya’ en plan coña. De hecho, estoy intentando mover una peli con Cecilia, su pareja. Cuando me dicen cosas en las redes sociales yo paso de contestar, no pierdo mi tiempo dando explicaciones”.
Y por eso, las consecuencias de chapotear en ciertos charcos, léase su desconfianza del MeToo o la defensa de Karla Sofía Gascón, solo le afectan en un sentido: “Personalmente, me entra por un oído y me sale por el otro. Es mi forma de ser. Me molesta más cuando sufre la gente de mi alrededor, mis padres, mis amigos… Yo les recomiendo que pasen de todo”.
Cuando me dicen cosas en las redes sociales yo paso de contestar, no pierdo mi tiempo dando explicaciones
Un escritor torturado y un asesino
Las últimas horas de Truman Capote
“Lo mejor de tener una amiga como Macarena no es que produzca una obra tuya sino tenerla en tu vida. Nos conocemos hace más de 20 años y hemos hecho de hermanos, de amigos y faltaba que ella fuese mi madre (risas)”. Cuenta Dámaso Conde, autor de algunos cuentos antes de lanzarse a la dramaturgia, que conoció la biografía de Capote durante unos estudios de interpretación en Nueva York y le fascinó esa “vida tan corta como bien aprovechada”. Así, tras leer todo, verlo todo y oír todo sobre Capote se le ocurrió escribir esta obra basada en las últimas horas del genial periodista y escritor, muerto por una sobredosis de drogas y alcohol. “Estuvo delirando cuatro horas. Cuatro horas. Ahí me cabía un imaginario fuerte: pensé en el asesino y reo A sangre fría porque estuvieron seis años, lo vio morir en la horca… Le impactó mucho. Contamos el epílogo de un hombre brillante, que lo logró todo muy rápido pero que se aferró a su propio personaje creado para los medios”.
Dámaso Conde lleva el peso de la obra con largos monólogos y reflexiones sangrantes pero aquella noche fatídica se antoja imprescindible la intervención de Perry Smith, uno de los dos asesinos que recoge la obra A sangre fría. “A diferencia de Richard Hickock, su cómplice, Smith cautivó la atención de Capote porque tenía cierta sensibilidad artística. Trasladado a la obra, ayuda a crear un juego teatral maravilloso”, explica el actor que le da vida, Jorge Monge.
Hablo muy bien inglés porque estudié Arte Dramático en Inglaterra. Esto no lo sabe casi nadie
Macarena cruza los dedos para que Álex de la Iglesia pueda rodar la tercera y última temporada de 30 monedas. “Me encantaba mi personaje y al trabajar con Paul Giamatti, que la gente supiera que sé hablar inglés muy bien: y es que estudié Arte Dramático en Inglaterra. Esto no lo sabe casi nadie. También he rodado en catalán: en Killder, de Bruna Cantueso, he soltado monologazos en catalán y creo que la vez que más nerviosa me puesto en la vida. Pero esa es una de las razones por las que hice la película; además de que el thriller me encanta, que tuviera que hablar en catalán para mí era maravilloso. Porque era un reto”.