Italia dice adiós a Giorgio Armani. Miles de personas acudieron a Milán este fin de semana para despedirse del diseñador, fallecido el jueves a los 91 años, que transformó la elegancia en una forma de vida. Este lunes tendrá lugar la ceremonia privada, en la que familiares, colaboradores cercanos y amigos íntimos darán el último adiós al creador.
La inhumación se celebrará por la tarde en la más estricta intimidad familiar, en la pequeña iglesia de San Martino, ubicada en el pueblo medieval de Rivalta, a unos cien kilómetros al sur de Milán, según confirmó la Asociación de los Castillos del Ducado de Parma, Piacenza y Pontremoli. Armani solía visitar con frecuencia esta localidad, donde ya descansa su madre.

Miles de ciudadanos fueron a ver la capilla ardiente
Durante el fin de semana, el Teatro Armani –la sede de su firma en la via Bergognone 59– se convirtió en un espacio de respeto y homenaje. En ese lugar, escenario habitual de sus desfiles durante la Semana de la Moda, se instaló la capilla ardiente. En medio de una penumbra solemne, su féretro de madera clara, cubierto por rosas blancas y rodeado de pequeños farolillos, fue visitado por antiguos empleados, ciudadanos anónimos, colegas de profesión y personalidades del arte, la moda, la política, el cine y la televisión.
Entre los asistentes más cercanos al diseñador se encontraban su sobrina y colaboradora clave Silvana Armani, su sobrino Andrea Camerana, su compañero de vida Leo Dell’Orco y Pantaleo Dell’Orco, su mano derecha durante décadas. Todos ellos forman parte del núcleo familiar y profesional que, según se prevé, garantizará la continuidad del imperio Armani.

Silvana Armani
Donatella Versace, con un ramo de orquídeas blancas, fue una de las primeras en visitar la capilla ardiente, recordando la hermandad que siempre promovió entre diseñadores italianos. También acudieron numerosas figuras del mundo de la moda y el espectáculo, como los directores de cine Giuseppe Tornatore y Gabriele Salvatores, la actriz Maria Grazia Cucinotta, la presentadora y modelo Valeria Mazza, el actor Miguel Ángel Silvestre, y la exmodelo y musa de Armani Antonia Dell’Atte, quien sostenía una rosa blanca al abandonar el recinto.

Antonia Dell'Atte
Del mundo político, hizo acto de presencia los ex primeros ministros Mario Monti y Matteo Renzi y el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, mientras que del ámbito deportivo y empresarial acudió Aurelio De Laurentiis, presidente del club de fútbol Napoli y productor de cine. También se sumaron los tenistas Fabio Fognini y Flavia Pennetta, así como el compositor Ludovico Einaudi.
Del panorama internacional de la moda, los gemelos Dean y Dan Caten, fundadores de la firma Dsquared, volaron desde Canadá para despedirse de quien consideran una figura fundacional de su inspiración. También se vieron rostros del mundo de la arquitectura, como Stefano Boeri y Massimiliano Fuksas, así como jóvenes diseñadores y alumnos de escuelas de moda italianas y extranjeras que veían en Armani un referente absoluto.

El ex primer ministro italiano Mario Monti, uno de los últimos en asistir al Teatro Armani
Muchos de los asistentes eran trabajadores jubilados de la casa Armani. “Fue como un padre para nosotros”, confesó Ornella Gagliolo, una de esas jubiladas. “Estar aquí hoy es un deber, pero también un privilegio. Trabajar con él fue un honor”.
También se reservó un acceso especial para los empleados actuales de la firma, cumpliendo con el deseo expreso del diseñador. Entre ellos, Jonah Liu, un joven chino vestido con una camiseta de la firma, resumía el sentimiento general: “Donde yo crecí, Armani es sinónimo de Italia. Su elegancia fue un lenguaje global”.

Miguel Ángels Silvestre fue el sábado a Milán
Como señal de duelo, el grupo Armani ha anunciado el cierre de todas sus tiendas este lunes a partir de las 15 horas hasta el final de la jornada. Además, el alcalde Giuseppe Sala ha declarado oficialmente el lunes como jornada de luto en la ciudad de Milán, capital económica y espiritual del legado de Giorgio Armani