La reaparición de Lalla Salma, exmujer del rey Mohamed VI de Marruecos, se produjo el pasado 16 de septiembre en el Hospital Universitario Hassan II de Fez, capital cultural del país y la ciudad que vio nacer a la princesa y, esta semana, también la vio renacer tras años de ostracismo institucional después de su divorcio —no confirmado por vías oficiales— del rey alauí. La sorprendente visita la realizó en calidad de presidenta de la Fundación Lalla Salma para la Prevención y el Tratamiento del Cáncer, para apoyar a pacientes con cáncer que reciben tratamiento en el centro.
Esta discreta reaparición, de la que no hay imágenes y no hubo periodistas —pero se informó horas antes de la visita a través de la red social X (antes Twitter)—, ha generado especulaciones sobre si Lalla Salma estaría retomando su actividad filantrópica pública en Marruecos después de que en octubre del 2017 cesara cualquier acto o aparición sin ninguna explicación. Lo que sorprende de la visita es que, según medios marroquíes que publican desde el extranjero, como Bladi.net, este sería un acto controlado y autorizado por el palacio real alauí.

Lalla Salma en una imagen de archivo del 2012.
Esta nueva vida oculta de Salma, madre del heredero al trono alauí, Mulay Hasán, recuerda a la que tuvo durante la mayor parte de su vida Lalla Latifa, la madre del actual rey, quien falleció en junio del 2014 siendo una total desconocida para los marroquíes, pues solo apareció anecdóticamente en actos y en imágenes oficiales de la familia real.
Salma fue la primera consorte marroquí presentada públicamente con título oficial. Ingeniera informática de formación, su unión con el monarca se consideró una bocanada de modernización para la dinastía alauí, pues representó una apertura inédita cuanto a la visibilidad de las consortes, algo que terminó abruptamente tras su divorcio.
En el 2005 Lalla Salma fundó la Asociación Lalla Salma para la Lucha contra el cáncer, impulsando programas de prevención, detección precoz y acceso a tratamientos en Marruecos. Su labor le otorgó durante sus años en activo bastante reconocimiento internacional, incluida la designación como Embajadora de Buena Voluntad de la Organización Mundial de la Salud en el 2016.
La visita del martes comenzó con una parada en el espacio Dar Al-Hayat, un lugar de acogida para pacientes y sus familias que llegan desde regiones remotas para recibir tratamiento en el citado centro. El espacio, que cuenta con 48 camas, ofrece instalaciones esenciales como un salón, salas de espera, una cocina, un comedor, además de oficinas administrativas y una sala de reuniones. Posteriormente, la princesa recorrió el Centro de Hematología y Oncología para adultos y niños del hospital. Allí se reunió con varios pacientes y sus familias, y entregó regalos a los niños con cáncer.