Robbie Williams ha desvelado en el primer episodio de la nueva temporada del podcast de Paul Whitehouse y la doctora Mine Conkbayir, I'm ADHD! (¡Soy TDAH!), que ha estado viviendo en secreto con síndrome de Tourette. El cantante de 51 años afirma que su síndrome de Tourette es intrusivo, con arrebatos que se guarda en su interior, pero sus pensamientos son tan intensos que ni siquiera actuando ante decenas de miles de fans que gritan puede acallarlos.
Diagnosticado con TDAH y tras haber luchado contra varias adicciones desde que saltó a la fama a principios de los noventa, el cantante de Angels ha pasado por múltiples etapas de rehabilitación, especialmente por alcohol y drogas. En el mismo podcast cuenta que recientemente se hizo una prueba de autismo, que resultó negativa pero reveló “rasgos autistas”, incluida la ansiedad provocada por abandonar su lugar seguro, su cama.
Robbie Williams en una imagen de archivo.
“Acabo de darme cuenta de que tengo síndrome de Tourette, pero no lo libero. Son pensamientos intrusivos que ocurren. El otro día, estaba caminando por la calle y me di cuenta de que estos pensamientos intrusivos están dentro del espectro del síndrome de Tourette. Simplemente no lo libero”, asegura en el podcast. “No solo eso, uno pensaría que un estadio lleno de gente profesándote su amor funcionaría como distracción, pero sea lo que sea que esté dentro de mí, no lo oigo. No puedo asimilarlo”, añade.
El síndrome de Tourette es una enfermedad neurológica hereditaria que se caracteriza por las emisiones de sonidos y movimientos involuntarios, llamados tics. Esta enfermedad también afectó al cantante y compositor Lewis Capaldi, una de las razones por las que se tomó un descanso de la música en 2023 después de que sus tics le impidieran completar una actuación en Glastonbury. Al igual que el cantante escocés, Robbie dice que su salud mental también ha afectado profundamente sus giras y presentaciones en directo, y admite que todavía lucha para hacer frente a las exigencias de la vida de artista.
Además, en esta charla profundamente personal, Williams también admite que todavía le aterra salir de gira a pesar de haber tocado en estadios y arenas con decenas de miles de personas durante décadas como solista, y antes de eso, como parte de la boy band Take That. Estas nuevas revelaciones las ha dado a conocer el artista tras la popularidad de su película nominada al Oscar, Better Man, que retrata la lucha de Robbie con la fama, la adicción y el síndrome del impostor.

