Cuentan que los mastines italianos del actor Tyrese Gibson, famoso por sus películas de acción como Fast & Furious (A todo gas en España) o Transformers, son unos animales peligrosos y reincidentes, con unos cuantos antecedentes.
El asunto ha llegado al punto límite con la orden de arresto dictada contra Gibson por incumplir las órdenes de entrega de sus mascotas después de que dejaran sin vida al perro propiedad de un vecino, en Atlanta (Georgia).
La gota que colmó el vaso se registró el pasado 18 de septiembre, según consta en la documentación judicial, cuando cuatro de esos mastines, corpulentos, presuntamente mataron en una zona residencial de Buckhead a un ejemplar de la raza cavalier King Charles spaniel, Henry de nombre, de cinco años y cuerpo menor y mucho más liviano.
Esa orden, en la que se habla de crueldad hacia los animales, fue dictada por el condado de Fulton el pasado 22 de septiembre y el actor continúa haciendo caso omiso. La policía de Georgia le dio un ultimátum pero tampoco respondió. Su abogado, Gabe Banks, aseguró que Gibson “está colaborando” con la policía.
El dueño de Henry explicó que aquella jornada, sobre la diez de la mañana, puso a su mascota en su “lavabo” exterior. Regresó a los cinco minutos y lo encontró muerto en la acera, cerca de la puerta de entrada a su casa.
Tenía sangre en el lado izquierdo de la caja torácica, abierto en canal en el lado derecho, marcas de mordeduras en el estómago y hemorragia interna. Las cámaras de seguridad de otra residencia recogieron como los mastines hicieron su ataque.
Ese mismo día, pero ya de noche, otro vecino llamó al servicio de protección de animales para denunciar que cuatro mastines italianos lo habían rodeado y no podía bajar de su vehículo y entrar en su hogar. Un funcionario se desplazó al lugar y observó el acecho de los animales. Escoltó al vecino hasta su casa.
Esa noche, un amigo del actor recogió a los animales porque Gibson no estaba disponible. En el informe policial, Nicole Dwyer, capitán de policía del condado de Fulton, señaló que esos canes habían estado merodeando y causando problemas al menos media docena de veces en los últimos meses. Esto hizo que Gibson recibiera un aviso el pasado 7 de septiembre. Solo tres días después se emitió otra advertencia.
La policía acudió a su domicilio tras el incidente mortal y el actor respondió por teléfono que no entregarías sus animales. Solicitó tres o cuatro días para dar con una solución, señalaron los agentes. Le advirtieron, además, de que si no daba a los animales para su custodia, pedirían una orden de arresto.
Y la pidieron. Al ir a ejecutarla, allí no había nadie. Gibson ya había admitido por teléfono que sus mastines había causado la muerte del otro perro. Aceptó que antes había tenido otros problemas al sacar a sus mascotas a la calle.
Este miércoles emitió un comunicado en su cuenta de Instagram en el que argumentó que es un amante de los perros desde hace más de 40 años (tiene 46). “Mis perros siempre han sido tratados como familia. Nunca los entrené para causar daño, ni los eduqué para la defensa y el ataque. Han crecido jugando con niños y otras canes más pequeños”, escribió. Aclaró que estaba en Los Angeles por la pérdida de su padre.
“Este incidente me ha dejado en shock, devastado y desconsolado por la familia afectada”, afirmó. “De forma empática, mi corazón siente un profundo dolor e inimaginable por esa pérdida, he intentado contactar con ellos para expresar mi pesar y condolencias. Rezo por vosotros”, añadió.
Su abogado informó que Gibson ha encontrado un nuevo hogar para dos de sus perros adultos y que sus tres cachorros “están en un hogar adorable y seguro”.
